Alertan ONG sobre importancia de preservar los manglares del país
Exigen a Calderón publicar decreto sobre vida silvestre
Diversas organizaciones ambientalistas exigieron al presidente Felipe Calderón publicar "a la brevedad posible" en el Diario Oficial de la Federación el decreto que reforma la Ley General de la Vida Silvestre, aprobado por la Cámara de Diputados el pasado 21 de diciembre, con objeto de proteger esas áreas forestales, porque "resulta más benéfico mantenerlas que destruirlas".
En una carta dirigida al titular del Ejecutivo federal señalaron que la publicación de dicho decreto que entraría en vigor al día siguiente de ser divulgado "es urgente", para evitar el creciente deterioro y pérdida del ecosistema manglar, así como las consecuencias tanto ambientales como económicas que están padeciendo los habitantes de las zonas costeras que dependen de la productividad de éstos.
Datos del Inventario Nacional Forestal revelan que entre 1993 y 2000 la cobertura del manglar se redujo 7.8 por ciento, pues se perdieron 69 mil 389 hectáreas de esta vegetación en el país, lo que representó un promedio anual de 1.12 por ciento en la eliminación de manglares mexicanos, equivalente a 9 mil 913 hectáreas.
Las mermas son tales que expertos en el tema han señalado que los manglares representan una ganancia de 200 mil dólares por hectárea, por lo que al conservarlos y brindarles protección, "la sociedad obtiene muchos más beneficios que si se avalan su destrucción", señalan los firmantes de la misiva.
Líderes de 38 grupos ecologistas, entre ellos Patricia Arendar, de Greenpeace; Gustavo Alanís Ortega, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, y Beatriz Bugeda, del IFAW, alertaron que si bien la cifra oficial es preocupante, los datos reales superan a los proporcionados oficialmente.
Ante esta situación, en la misiva enviada a Calderón expresan que sería grave que se pierda aún más la superficie de manglares del país, debido a que al ser punto de transición entre las aguas continentales, tienen funciones hidrológicas, regulan el clima y "son fundamentales" para que numerosas especies marinas y terrestres se reproduzcan, por lo que "a la brevedad" deben adoptarse las medidas establecidas en el decreto mencionado, en el que se aprobó modificar los artículos 60 y 99 de dicha legislación, para proteger ese tipo de áreas forestales.
Los ecologistas explican que los manglares "desempeñan un papel importante como amortiguadores entre los medios acuático y terrestre, por lo que constituyen una importante barrera ante inundaciones y huracanes, al mismo tiempo que evitan la reducción de la línea de costa".
Otra de sus funciones es fungir como "corredores biológicos", al dar continuidad a los ecosistemas con los que se conectan, pues son lugares de forrajeo, caza, refugio, anidación, crecimiento y alimentación para cientos de especies de fauna de muy diversa procedencia.
Para apresurar la publicación del decreto, los ecologistas explican de manera detallada a Calderón que los manglares ayudan a evitar el llamado efecto invernadero, "ya que representan sumideros de carbono, es decir, reducen los efectos del cambio climático".
Asimismo, refieren que debido a que la mayor parte de esta vegetación se encuentra en terrenos denominados humedales, que tienen conexión, ya sea permanente o intermitente con el mar, "de acuerdo con el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deben considerarse bajo el concepto de aguas nacionales, y es deber del gobierno federal preservarlos".