Secuestro, entre los cargos que enfrenta en Mississippi
Aprehenden a ex miembro del KKK por asesinato de 2 jóvenes negros en 1964
Atlanta, 25 de enero. Un ex miembro del Ku Klux Klan (KKK), sospechoso de haber participado en el asesinato de dos jóvenes negros de Mississippi (sur), fue arrestado 42 años después de los homicidios, anunció hoy el fiscal general estadunidense, Alberto Gonzales.
James Seale, de 71 años, fue detenido y se presentaron formalmente los cargos en su contra, según un oficial de policía. Enfrenta la posibilidad de ser condenado a cadena perpetua por el secuestro y asesinato, en mayo de 1964, de Henry Hezekian Dee y Charles Eddie Moore, ambos de 19 años, porque el primero era defensor de los derechos cívicos, señala el acta de la acusación.
Seale es un antiguo ayudante de comisario y miembro de la agrupación racista KKK, de quien se pensó había muerto hacía tiempo, según el periódico local Clarion-Ledger.
"No estoy en la cárcel", dijo Seale en 2000 cuando el diario de Jackson, en Mississippi, le preguntó si había estado involucrado en los asesinatos.
Dee y Moore fueron secuestrados por miembros del Klan cuando pedían un aventón en Meadville. Los jóvenes fueron llevados al bosque, golpeados y luego tirados al río Mississippi.
Los asesinatos se cuentan entre decenas de muertes ocurridas en los estados del sureste de Estados Unidos a manos de personas blancas que pretendían mantener un brutal sistema de segregación racial durante la época del movimiento por los derechos civiles en las décadas de 1950 y 1960.
Gracias a la tenacidad del hermano de una de las víctimas, la investigación fue reabierta hace pocos años por una sección especializada de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Pese a la gravedad de los hechos, Seale sólo es acusado de secuestro y de asociación para delinquir, "los cargos que podemos probar", explicó Gonzales en una conferencia de prensa, al precisar que Seale corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua.
En junio de 2005, un hombre de 80 años, Edgar Ray Killen, ex responsable local del KKK, fue condenado por los homicidios de tres jóvenes defensores de los derechos cívicos, dos de ellos eran blancos.
Muchos de los crímenes permanecieron sin solución durante años porque los asesinos eran protegidos por las policías local y estatal.
En las últimas dos décadas se resolvieron 28 de esos crímenes por oficiales que fueron alentados por activistas locales defensores de los derechos civiles trabajando como investigadores, subrayó el Clarion-Ledger.