Impecable nivel técnico, oferta del Ballet de Monte-Carlo
Sus medias hermanas y su madrastra no son feas, sino "casi tan bonitas" como ella; su padre no es sólo una referencia lejana, sino un personaje importante en la trama; el vestido para ir al baile en el palacio es muy sencillo, el hada madrina que se lo da y la cuida y guía podría ser su madre ya muerta, quien regresa ante la fuerza del amor, y la clave del rencuentro con el príncipe es la forma de su pie, no la zapatilla.
Esos son algunos de los cambios en la versión del Ballet de Monte-Carlo al clásico infantil de Charles Perrault, La Cenicienta, aunque el aporte fundamental de esta compañía podría ser el acercamiento crítico a los personajes y su contexto, en el cual es rebasado el romanticismo y son repudiados la envidia, la soberbia y la vanidad, así como el clasismo.
Deleite visual
Cuestión aparte es el alto nivel técnico con el que el ex bailarín y coreógrafo Jean-Christophe Maillot, su director, ha logrado dotar a este ballet en más de una década de trabajo, ya que las piruetas, saltos y demás pasos son ejecutados casi siempre de manera impecable, amén del reto que representa la ya reconocida fusión con diversos elementos de la danza contemporánea, más libre e interiorizada.
Predominan los movimientos dancísticos, pero con una gran dosis de teatralidad, sin caer en un exceso de dramaturgia, pues la historia sólo es una plataforma fantástica y a la vez realista, para la generación del goce visual y otras exploraciones estéticas.
Lo que permanece en esta versión de Maillot es la bella música de Serge Prokofiev, siempre resistente a los cambios. Destaca también la escenografía de Ernest Pignon Ernest: grandes biombos rodantes de color blanco, como hojas de papel que, al ser empujados por los propios bailarines, ayudan a los cortes y disolvencias entre escenas.
La noche del viernes, el Ballet de Monte-Carlo presentó La Cenicienta en un Auditorio Nacional bastante concurrido, y ayer sábado ofreció Altro canto y Artifact suite, programas que repetirá el miércoles 24 y jueves 25 en Guadalajara.