Legisladores rusos exigen a Moscú medidas para mantener la estabilidad en Europa
EU planea instalar radar de defensa antimisiles en la República Checa
La petición ya fue oficializada por el gobierno de Bush, dice el primer ministro Mirek Topolanek
Teherán llama a la "vigilancia islámica" ante "las amenazas militares" de Washington en la región
Ampliar la imagen Vista general de un radar de defensa aérea en construcción en una base de la OTAN en la República Checa Foto: Ap
Praga, 20 de enero. La República Checa recibió una petición de Estados Unidos para el establecimiento de un radar que formaría parte de un sistema global de defensa antimisiles, cuyas baterías serían instaladas en Polonia, informó este sábado el primer ministro checo, Mirek Topolanek.
La República Checa y Polonia son los primeros puntos específicos mencionados para montar un sistema de defensivo en Europa central, similar al que tiene el Pentágono en Vandenberg, California, y Fort Greely, Alaska, a cargo del comando estadunidense del norte.
Los planes de Washington, cuya confirmación ocurre la misma semana en que la revista Aviation Week publicó la versión de que China destruyó uno de sus satélites meteorológicos obsoletos con un misil de medio alcance (800 kilómetros), fueron recibidos con sorpresa en Rusia, particularmente en círculos parlamentarios y especializados en temas militares.
Periódicos de Praga publicaron en diciembre informaciones no confirmadas de que Washington pretendía usar territorio polaco para instalar misiles en un silo subterráneo, con un radar preventivo en la República Checa, en un punto geográfico desconocido.
Topolanek, político conservador que encabeza un gobierno de coalición, dijo estar dispuesto a negociar con Washington, pero la ministra de Defensa, Vlasta Parkanova, estimó que el tema puede resultar "muy sensible" para la opinión pública checa, por lo que el gobierno debe poner por delante los "intereses nacionales".
En días pasados, Topolanek confirmó que el Pentágono desistió de una propuesta para instalar unos 10 misiles estadunidenses en Moravia, a causa de la oposición de la opinión pública checa.
Según versiones de la prensa de Praga, expertos estadunidenses viajaron el año pasado a la República Checa y a Polonia en busca de un lugar para el sistema de defensa antimisiles estadunidense en Europa central, que sería el primero fuera de Estados Unidos.
Topolanek anunció que discutirá con el jefe de gobierno polaco, Jaroslaw Kaczynski, la propuesta estadunidense, pero en Varsovia las autoridades guardaron silencio sobre el asunto.
Desde septiembre, Washington dispone también de un radar de detección de misiles en el norte de Japón, que forma parte del sistema instalado en Alaska y California, los cuales estuvieron activados a finales de 2006, cuando Corea del Norte realizó pruebas con misiles balísticos de largo alcance.
El sistema global de defensa antimisiles es una de las acciones que impulsó persistentemente el ex secretario de Defensa estadunidense Donald Rumsfeld, quien dejó su cargo el mes pasado.
Pocos días antes de salir del Pentágono, en un discurso de despedida del 8 de diciembre, Rumsfeld aseguró que uno de sus logros fue haber "puesto en marcha un sistema antimisiles para proteger a los estadunidenses de los estados arrogantes", en alusión a Irán y Corea del Norte, a los que el presidente George W. Bush caracterizó como "eje del mal".
Un reciente análisis sobre el sistema de defensa antimisiles, elaborado por la Unión de Científicos Participantes, con sede en Cambridge, Massachusetts, destacó que en el gobierno de Bush el gasto anual para el programa fue de entre 7 mil millones y 10 mil millones de dólares, a pesar de que "no es relevante en la guerra contra el terror", declarada por el mandatario después de los ataques de septiembre de 2001.
La instalación de un sistema de defensa antimisiles ha sido un tema de la agenda militar estadunidense desde el gobierno de Bill Clinton, quien sin embargo detuvo el avance del programa.
En Rusia, las declaraciones de Topolanek avivaron las críticas sobre el verdadero objetivo del sistema que Estados Unidos pretende construir en Europa central.
Un ex director del Consejo de Seguridad ruso, Andrei Kokoshin, quien es miembro del Parlamento, sostuvo que la decisión tendrá "consecuencias" en caso de que Praga autorice a Estados Unidos la instalación de los misiles.
Los parlamentarios recomendarían "medidas" de respuesta para mantener "la estabilidad estratégica y la seguridad nacional de Rusia y de nuestros amigos y aliados", dijo Kokoshin a Interfax.
En diciembre pasado, tras la difusión de las primeras noticias sobre el sistema antimisiles, el ministro de Defensa ruso, Serguei Ivanov, descalificó el argumento estadunidense de la necesidad de establecer el armamento en Europa central, en virtud de que Corea del Norte e Irán carecen de misiles balísticos intercontinentales y "tampoco dispondrán de ellos en un futuro previsible".
La guerra fría continúa
De acuerdo con la agencia Novosti, Rusia tiene actualmente cinco cuerpos militares especializados en el manejo de sus misiles Topol-M, cuyas bases de lanzamiento son subterráneas.
En enero de 2006, agregó, Rusia contaba con 927 vehículos de lanzamiento y 4 mil 279 cabezas nucleares, mientras que Estados Unidos tenía mil 255 vehículos y 5 mil 966 cabezas nucleares.
La agencia rusa señaló que el Pentágono proyecta un gasto de mil 600 millones de dólares en cinco años para construir el "escudo antimisiles" en Europa central.
Topolanek dijo que en caso de aprobación, el plan de Washington empezaría a funcionar en 2011 y para lograr ese objetivo 200 especialistas estadunidenses se trasladarían a la República Checa, ex integrante del Pacto de Varsovia liderado por la ex Unión Soviética, hoy miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Aunque Irán no reaccionó específicamente sobre el sistema antimisiles en Europa central, el secretario del Consejo de seguridad Nacional, Ali Larijani, llamó hoy a la "vigilancia islámica" frente a "las amenazas militares" de Estados Unidos, que en el último mes reforzó su presencia naval en el golfo Pérsico.
En este contexto, Wayne White, ex analista de inteligencia estadunidense, dijo que su país no sólo tiene planes para responder a un ataque estratégico o una acción militar iraní para defender su programa secreto de desarrollo atómico sobre el cual tiene sospechas de extensiones militares, sino de llevar a cabo toda una guerra.
White, quien dijo haber visto los planes militares, habló en una reunión con el Consejo de Políticas sobre Medio Oriente, organismo asesor del gobierno estadunidense, ante el que señaló: "No se habla sólo de ataques estratégicos contra una selección de blancos, sino de despejar el camino hacia esos blancos".