Fotografías policiacas tomadas por profesionales

Exponen en Amsterdam la brutalidad del crimen

Algunos visitantes condenan la "falta de ética" de la obra

REUTERS

Amsterdam, 19 de enero. "Violación-1º de enero de 1982", dice la nota bajo la fotografía de un par de zapatos blancos de tacón, cubiertos de sangre y abandonados en una calle oscura de Amsterdam.

"Descubrimiento de un cuerpo-1971", dice otro pie con la imagen de una mujer muerta encontrada bajo la mesa de su comedor, mostrando sólo sus piernas hinchadas y sus zapatillas raídas.

Las imágenes, procedentes de los archivos de la policía de Amsterdam, son escenas de crímenes reales y pueden verse en una galería fotográfica holandesa.

Tomadas entre 1965 y 1986, las fotos documentan suicidios, asesinatos, peleas o los últimos momentos de aquellos que murieron solos, de repente. Pero también capturan la historia social de la ciudad, interiores sórdidos, vidas tristes de drogadictos, prostitutas y misántropos, entre otros personajes.

"Durante el periodo que escogimos, la policía de Amsterdam envió a fotógrafos profesionales para tomar fotos forenses", dijo la curadora Colette Olof.

"Por eso la calidad era tan buena (...) Todo era tan bonito que pensamos que realmente vale la pena mostrarlo en el museo", añadió.

Las fotos se muestran sin ninguna información adicional sobre el caso, así que el horror de la violación del día de Año Nuevo que yace tras los zapatos abandonados o el asesinato de una chica, cuyo cuerpo fue encontrado en un prado, sólo se sugiere.

En el lugar del crimen

Según la galería, la exposición no tiene precedente, ya que muestra fotografías forenses en las cuales las víctimas aún están en el lugar del crimen.

En una de las fotos, las piernas de una mujer se ven en medio de la hierba crecida y una bicicleta holandesa pasada de moda está tirada al lado. Podría pensarse que está durmiendo.

Los ex fotógrafos de la policía, cuyo trabajo se está exponiendo, han subestimado la calidad artística de sus imágenes, pero resaltan la importancia de haber capturado una escena que podría contener pistas vitales.

"En el momento en que mirabas a través de la lente de la cámara no veías a las víctimas, a un ser humano, sino a un objeto que tiene que documentarse de la mejor manera posible", dijo el ex fotógrafo de la policía Henk Zaaiman.

La muestra ha atraído a grandes multitudes a esta galería y algunos visitantes han alabado el poder expresivo de las imágenes, mientras otros han condenado la falta de ética por exhibir tal crueldad en las fotos.

"Esto es deplorable. Seguramente hay otras formas de atraer la atención", se asegura en una de las notas que los visitantes escriben en el cuaderno respectivo.