Caos en el transporte de carga y pasajeros, incluido el metro de Londres
Tormenta invernal en Europa provoca más de 45 muertos
Reportan cortes de energía eléctrica y la suspensión del suministro de petróleo
Ampliar la imagen La imagen muestra los daños en la fachada de una construcción en Alemania después del temporal más fuerte registrado en el país en 30 años Foto: Ap
Londres, 19 de enero. Vientos hasta de 200 kilómetros por hora que arrasaron el jueves por la noche gran parte de Europa, causaron la muerte de al menos 45 personas y dejaron una estela de daños materiales, con árboles arrancados de raíz, cortes de energía eléctrica, suspensión de suministro de petróleo, accidentes en carreteras y desorden en el transporte de pasajeros y de carga.
Tras el paso del temporal Cirilo (Kyrill), los servicios de emergencia europeos reportaron 13 muertos en Gran Bretaña, 11 en Alemania, seis en Holanda, seis en Polonia, cuatro en República Checa, tres en Francia y dos en Bélgica. La mayoría de los decesos fueron consecuencia de la caída de árboles y percances de tránsito.
La nueva estación ferroviaria del centro de Berlín donde se conectan en varios niveles las rutas alemanas de todos los puntos cardinales fue completamente desalojada el jueves por la noche, después que una viga de dos toneladas se desplomó sin causar víctimas.
Hasta la tarde del viernes, la entrada a la terminal quedó interrumpido para dar paso a los inspectores responsables de evaluar en la estructura del inmueble los efectos de las ráfagas de viento, que llegaron a registrar hasta 130 kilómetros por hora en Berlín y 200 en zonas rurales.
"El palacio de cristal se desmorona", fue el título de una nota informativa publicada en el sitio en Internet del semanario Der Spiegel de Alemania, donde las instituciones meteorológicas describieron el fenómeno natural como el peor en 30 años.
En Gran Bretaña, donde las ráfagas llegaron hasta los 160 kilómetros por hora, la consecuencia principal fue el derrumbe de muros en viviendas y e inmuebles comerciales. Desde 1990, el temporal de invierno no había causado tales estragos, que afectó inclusive el funcionamiento del metro de Londres.
Polonia, que padeció ráfagas de hasta 215 kilómetros por hora, Francia, República Checa y Alemania fueron los países que resintieron más los efectos en el servicio eléctrico, con interrupciones provocadas por la caída de torres con líneas de alta tensión. La mayor velocidad del viento fue de 225 kilómetros y se registró en el glaciar Aletsch, en los Alpes suizos.
Kyrill perdió fuerza al penetrar en el este de Europa, lo que permitió la reanudación de las operaciones del oleoducto ucraniano que abastece a Eslovaquia, República Checa y Hungría.
En América del Sur, las fuertes lluvias de las últimas semanas causaron inundaciones y riadas en Bolivia, con saldo de un muerto y decenas de casas arrasadas parcial o totalmente.