La violencia deja al menos otros 54 muertos
Causa ira la captura de colaborador del clérigo Moqtada Sadr en Irak
Bagdad, 19 de enero. Soldados estadunidenses e iraquíes capturaron hoy a un colaborador del clérigo chiíta Moqtada Sadr, lo que provocó ira entre sus seguidores, quienes llamaron a manifestarse, mientras la violencia dejó 10 muertos y el ejército estadunidense señaló que abatió a 44 insurgentes y arrestó a otros 172.
La aprehensión del jeque Abdel Hadi Darraji fue realizada durante la medianoche, cerca del distrito Ciudad Sadr de Bagdad, y fue calificada por los colaboradores de Sadr de "provocación estadunidense".
"Condenamos enérgicamente la detención del jeque y llamamos a efectuar manifestaciones en todo Irak, después de las oraciones del viernes", declaró el jeque Abdel Razzaq Nadaui, responsable de la corriente de Sadr en la ciudad santa de Najaf, al sur de la capital iraquí.
En el terreno, al menos 10 personas resultaron muertas este viernes en varios actos violentos en la nación invadida, en cuya capital se encontraron 17 cuerpos de personas asesinadas.
Además, las fuerzas de seguridad iraquíes y militares estadunidenses ultimaron a 44 insurgentes y detuvieron a 172 sospechosos durante un operativo de un mes en el bastión rebelde de Ramadi, en el oeste de Irak, informó el ejército de Estados Unidos.
En tanto, el secretario de Defensa estadunidense, Robert Gates, llegó hoy a Irak para abordar la situación en este país con los comandantes estadunidenses y británicos.
Gates sostuvo que la nación invadida se encuentra en un "momento crucial" y que el fracaso sería una "calamidad" para los intereses de Washington.
A su vez, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, acusó hoy al presidente George W. Bush de jugar a la política con la vida de los soldados, al referirse al incremento de tropas para Irak.
"El presidente sabe que debido a que los soldados se encuentran en peligro, nosotros no cortaremos los recursos", indicó Pelosi a la ABC.
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, respondió: "cuestionar las motivaciones del presidente y sugerir que por alguna razón política se apresura a poner en peligro a los soldados no es adecuado, no es correcto y es desafortunado. Es venenoso".