Proclama el presidente electo una "América digna, justa y socialista del siglo XXI"
Recibe Rafael Correa bastón de mando indígena en Ecuador
Hugo Chávez subraya "la resurrección latinoamericana" bajo los ideales de Simón Bolívar
"La lucha antimperialista de Fidel Castro no ha sido en vano", sostiene Evo Morales
Ampliar la imagen El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa (centro), recibió ayer el bastón de mando indígena en Zumbahua, comunidad de la cordillera de los Andes. A la ceremonia asistieron como invitados los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez (izquierda), y de Bolivia, Evo Morales Foto: Reuters
Zumbahua, Ecuador, 14 de enero. Por primera vez en la historia de Ecuador un presidente electo recibió el bastón de mando indígena en una ceremonia realizada en una comunidad de la cordillera de los Andes, donde el vencedor de los comicios de noviembre pasado, Rafael Correa, proclamó el comienzo de "una América digna, altiva, justa y socialista del siglo XXI".
La ceremonia de investidura indígena no está prescrita en la Constitución de Ecuador, vigente desde 1998, pero es una rara muestra de apoyo de parte de la población, que tuvo un papel relevante en la salida forzada de los tres presidentes que fueron defenestrados desde 1996, Abdalá Bucaram, en 1997; Jamil Mahuad, en 2001, y Lucio Gutiérrez en 2003.
Unos 20 mil indígenas se concentraron en la plaza central de Zumbahua para presenciar el acto en el que cinco sacerdotes indígenas (chamanes) entregaron el bastón de mando que le confiere la máxima autoridad entre las comunidades nativas.
Vestido con una camisa blanca rematada con bordados artesanales indígenas, Correa recibió también un poncho que simboliza la diversidad; un sombrero negro que representa el equilibrio, y un fuste, que implica la disciplina.
Durante la ceremonia los indígenas que estaban en la plaza ondearon huipalas (banderas tradicionales blancas y de colores rojo y verde), mientras que los cinco chamanes lo rodearon con cintas de colores y agitaron plantas diversas para hacerle una "limpia".
La ceremonia incluyó una misa católica oficiada en quechua por el sacerdote salesiano, Luigi Ricardi, de origen italiano, radicado en la comunidad desde hace 20 años y amigo de Correa.
Zumbahua, que se localiza en la cordillera de los Andes, a una altitud de tres mil 750 metros sobre el nivel del mar, es el lugar donde Correa apoyó las misiones educativas la orden católica de los salesianos, en 1986 y 1987. Uno de sus alumnos fue César Umajinga, el actual prefecto de la localidad mayoritariamente habitada por indígenas, Cotopaxi, quien estuvo en la ceremonia.
"Por primera vez los pueblos dejan en manos de un presidente (ecuatoriano), un mestizo, su bastón, símbolo de poder, para que se llene de fuerza en la lucha para vencer las malas energías", explicó Ricardo Tsakimp, jefe del Consejo de Sabios de la etnia Shuar de la Amazonia.
En el discurso de aceptación del mando, Correa, de 43 años, se declaró orgulloso de ser "el primer presidente indígena de Ecuador", y dijo que su gobierno servirá a los excluidos, a los migrantes, a los pobres y a los pueblos originarios, porque "hoy la patria ya es de todos".
"Se han derrumbado los gobiernos serviles y las democracias de plastilina, el modelo neoliberal. Ha empezado a surgir esa América Latina altiva, digna, soberana, justa y socialista del siglo XXI", afirmó Correa, un economista que venció en la primera y segunda vuelta electorales, celebradas en octubre y noviembre pasados.
Correa también habló de una iniciativa para convocar a una asamblea constituyente, que ha significado su primera batalla política, enfrentado con la oposición de derecha y el Partido Sociedad Patriótica (encabezado por el ex presidente Lucio Gutiérrez), que hasta el jueves pasado estuvieron unidos para rechazar la propuesta del presidente electo de elaborar una nueva Carta Magna.
El gobernante electo, que pronunciará su primer discurso como presidente este lunes en una ceremonia programada en la ciudadela Mitad del Mundo, ubicada 22 kilómetros al norte de Quito, sobre la línea ecuatorial, descalificó el apoyo otorgado por Sociedad Patriótica e insistió en su iniciativa de convocar a una consulta popular sin aval legislativo para que los ciudadanos aprueben o rechacen la instalación de la Constituyente (un proceso similar al impulsado actualmente en Bolivia).
"No hemos claudicado un ápice. No hemos reconocido que hay que pedirle permiso al Congreso", dijo el presidente electo de este país de 13 millones de habitantes, 25 por ciento de los cuales son indígenas.
El pronunciamiento de Correa podría echar por tierra el acuerdo alcanzado el jueves entre partidos minoritarios de izquierda y el partido de Gutiérrez, para dar paso a la consulta popular, bajo la condición de que el mandatario una vez en su cargo no solicite directamente al Tribunal Supremo Electoral la organización del proceso.
Un sector de la opinión pública rechaza la gestión directa del Poder Ejecutivo ante la autoridad electoral y advierte que en caso de ignorar al Congreso unicamaral, podría propiciar la apertura de un juicio político contra Correa, que carece de una bancada afiliada a su partido, Alianza País, porque en los comicios no presentó candidatos para protestar simbólicamente por la corrupción de la clase política tradicional.
Al concluir la ceremonia de investidura indígena, subieron a la tarima los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, quienes recibieron una ovación.
"América Latina empieza a liberarse", dijo Morales al dirigirse a los indígenas en la plaza, ante quienes remató: "la lucha antimperialista, antineoliberal del hermano presidente Fidel Castro no ha sido en vano" y a ella se han sumado los pueblos y los presidentes de Venezuela y Ecuador.
En su oportunidad, Chávez dijo que la llegada al poder de Correa, a quien llamó "amigo, camarada y compañero", representa "la resurrección de la unión latinoamericana bajo los ideales del libertador Simón Bolívar", luego de años en que el pueblo de Cuba y su líder, Fidel Castro, "se mantuvieron solos en medio de la tormenta".
Con los gobiernos de Venezuela, de Bolivia y ahora de Ecuador, "ha resucitado el pueblo latinoamericano, sueño de Patria grande", sostuvo Chávez.
"Dime Ecuador en qué servirte y tendrás en mí un hijo", exclamó Chávez, parafraseando una cita del prócer cubano José Martí, en medio de aplausos de la gente, que celebró su afirmación con cánticos alusivos a la espada de Bolívar.
Otro aliado de la Alba
Chávez adelantó que Ecuador como Nicaragua se unirá a la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba), que crearon Cuba, Bolivia y Venezuela para promover entre sí la cooperación comercial y política.
Contagiado por las ovaciones, Correa dijo entonces que "nuestro continente seguirá cambiando, porque lo que vivimos no es una época de cambios, sino un cambio de época".