Exhorta a combatir la exclusión y reconocer aportaciones de migrantes
ONG critica programa de trabajadores huéspedes en EU, pues propicia abusos
En Estados Unidos no hay escasez de empleo sino insuficiencia de empleadores que estén dispuestos a pagar salarios dignos y mantener condiciones de trabajo decentes, señala la Red Nacional Pro Derechos Inmigrantes y Refugiados en Estados Unidos.
En un estudio, la organización no gubernametal expresa su preocupación por el programa de trabajadores huéspedes, dentro de una posible reforma migratoria en ese país, y recuerda que esta medida ha sido denunciada por sindicatos y comunidades inmigrantes por su largo historial de violaciones de derechos y normas laborales, incluyendo las listas negras de exclusión y las deportaciones de trabajadores que protestan.
Citan que en 1964, César Chávez, Ernesto Galarza y otros defensores de los derechos laborales lograron la abolición del antiguo programa Bracero de trabajadores huéspedes. El propósito real de ese plan, dijeron, era la creación de una fuerza de trabajo vulnerable para poder bajar los salarios e impedir la organización del sindicato para inmigrantes y no migrantes. El objetivo ahora es el mismo que hace 40 años e impedir que las personas contratadas tengan la opción de establecer raíces y convertirse en miembros plenos e iguales de las comunidades en el territorio de Estados Unidos.
Son tratados como trabajadores de segunda catergoría
"Los y las migrantes futuros no deben ser forzados a aceptar una condición de segunda categoría, violando así los juramentos más básicos de nuestro país a la igualdad. Debe ser otorgada la residencia permanente, permitiéndoles trabajar y viajar libremente, ejercer sus derechos laborales y vivir como cualquier otro miembro de nuestra sociedad", dice el documento.
De igual forma, señala que un programa auténtico de legalización necesita estar vinculado a la derogación de las sanciones a empleadores y del Acta de Reforma y Control Migratorio de 1986, que ha causado la criminalización de los trabajadores inmigrantes, y que serían profundizadas por medio de la expansión de un sistema de verificación de empleo.
En los pasados 20 años este programa no ha hecho más que incrementar la discriminación y el abuso contra los trabajadores migrantes. Los empleadores han tenido en el plan una herramienta para amenazar e intimidar a los trabajadores indocumentados, derrotar esfuerzos de sindicalización, realizar despidos injustificadas y reducir los salarios, y afectar las condiciones de trabajo.
Estos abusos también impactan a la fuerza laboral estadunidense, particularmente a los más vulnerables que trabajan en donde pagan los peores salarios campesinos, jornaleros y trabajadoras domésticas.
La ONG advierte también que el control fronterizo no sólo ha deteriorado gravemente la situación de los derechos humanos, sino que paulatinamente se destinan mayores recursos para militarizar esta zona, sin éxito en su objetivo de detener la migración no autorizada.
"Las actuales políticas, leyes y prácticas de control fronterizo, sin provisiones para la entrada segura y legal, han causado la detención y la criminalización de decenas de miles de personas a un significativo costo diario al presupuesto social, que va en contra también de los ciudadanos estadunidenses", se señala en el documento de la organización.
Hasta ahora, las propuestas que van teniendo cierta aceptación en el Congreso de Estados Unidos, entre ellas la de expandir el programa de trabajadores temporales huéspedes, deteriorarían aún más las ya débiles protección laborales y los derechos de los trabajadores migrantes, quienes han sido usados históricamente como "mano de obra barata" por empleadores e industrias que no están dispuestas a pagar sueldos decentes o a mantener condiciones razonables de trabajo. "Los trabajadores necesitan más, no menos derechos", sostiene la organización.