Subsidiar el producto a familias de escasos recursos económicos, demanda
Alza golpea a tortillerías de barrio; en desventaja con súpers y farmacias
Estos ofrecen el kilo en seis y cuatro pesos
Prevén que llegue a costar 15 pesos
Ampliar la imagen Eduardo Mora, molinero de la capital afirmó que el precio del maíz se incrementó ciento por ciento Foto: Luis Humberto González
Las tortillerías tradicionales vieron mermado el número de compradores ante el incremento en el precio de la tortilla a ocho y 10 pesos el kilo, quienes prefirieron caminar unas calles más para acudir al super, y hasta algunas farmacias donde ayer se inició su venta en cuatro pesos.
"No están muy blanquitas, pero saben bien y cuestan menos de la mitad", comentaron amas de casa de algunas colonias de las delegaciones Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, al exhortar a las autoridades capitalinas a "subsidiar" su costo a las familias de menores recursos y principales consumidoras de este producto.
Consideraron que si existe voluntad política es posible, pues "se gasta más en cuestiones de embellecimiento de la ciudad, cuando lo importante es la comida. Si no comemos, nos morimos y ni siquiera disfrutamos de esas obras de belleza", dijeron.
Mientras, encargados de tortillerías calcularon una caída en sus ventas de 30 por ciento en promedio en esta semana, la cual podría incrementarse a 50 puntos porcentuales, ante la competencia de los centros comerciales, que ofrecen el kilogramo en seis pesos y, ahora, algunas farmacias que se "sumaron a esta campaña de rebajas la venden en cuatro pesos", señalaron.
Se desconoce cuánto tiempo mantendrán ese precio, pero su cercanía con nuestros establecimientos nos "pegará" y podría provocar el cierre de varios establecimientos y un mayor desempleo, porque "no sabemos hacer otra cosa, no tenemos estudios y sí más de 35 años de edad. Con esa carga a cuestas nadie nos contrata o nos pagan una miseria".
Además este aumento ha provocado que las amas de casa se vean obligadas a comprar este producto en menor cantidad, porque "ya no alcanza el dinero". Tanto vendedores como clientes externaron su preocupación y molestia por la escalada de precios de este alimento básico y señalaron que "así como aumentan los precios, deberían aumentar los salarios".
En tortillerías de las delegaciones Iztapalapa e Iztacalco el precio de la tortilla oscila entre los ocho y los 10 pesos; sin embargo, los encargados y dueños de los establecimientos donde se expende el producto en ocho pesos, afirmaron que sólo es cuestión de días para que el precio aumente por lo menos dos pesos, y aceptaron que "es muy probable que éste llegue hasta los 15", pues el costo del maíz se ha incrementado casi cientopor ciento, al pasar de mil 600 a 3 mil 500 pesos la tonelada.
En promedio, las personas compran entre uno y tres kilos de tortillas, es decir, que pueden gastar hasta más de 50 por ciento de un salario mínimo diario en la adquisición de este alimento, razón por la cual los consumidores están optando por comprar menos tortillas.
"Cuánto gana un obrero y los que tienen cuatro o cinco hijos, y ahora salen con esto. Al obrero le aumentan el sueldo en un peso y a la tortilla hasta tres", externa con visible enojo la señora Francisca Luna, quien explica que hace unos días compraba dos kilos diarios, y ahora sólo compra uno, "porque no me alcanza para más".
Pero así como hay personas que se ven obligadas a disminuir el consumo de este producto, hay quienes no están dispuestos a hacerlo y prefieren sacrificar la compra de otros alimentos. Tal es el caso del señor Gustavo Ruvalcaba, pensionado de 90 años, quien luego de asegurar que la tortilla es la base de la alimentación de todos los mexicanos, señala que no dejara de consumirla, "pero sí nos vamos a ver afectados en otros rubros, porque si compramos un kilo de carne, ahora compraremos medio nada más".
El malestar por el incremento de productos básicos va en aumento, por lo que amas de casa de Iztacalco lamentaron que el gobierno federal autorizara subir los precios del gas y la tortilla, que son indispensables para la vida cotidiana y que afectan su economía.
En la entrega de vales que realiza el gobierno de esta capital como subsidio al incremento de la leche Liconsa, mujeres de todas las edades se quejaron por el incremento que repercute en otros productos.
Durante un recorrido que realizó el jefe delegacional, Erasto Ensástiga, por los expendios, las amas de casa expusieron también que el ingreso salarial está por debajo de los consumos.
Ante la situación el funcionario señaló que como un apoyo solidario visitará las 31 lecherías que hay en la delegación para supervisar la entrega de los bonos, las cuales en conjunto benefician a 31 mil 4 familias de la jurisdicción.