Desde su adquisición provocó controversias
Magistrados recibirán casi en ruinas la sede del TEDF
Ampliar la imagen Las instalaciones del Tribunal Electoral del Distrito Federal que serán entregadas el próximo jueves a los nuevos magistrados, se encuentran en obra desde hace varios días Foto: Carlos Ramos Mamahua
Prácticamente "en ruinas" recibirán los nuevos magistrados la sede del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), ubicada en Magdalena 21, colonia Del Valle, adquirida en mayo de 2005 en 105 millones de pesos.
Los magistrados electorales, que dejarán el cargo el 17 de enero, se pasaron 2006 discutiendo sobre la remodelación que harían del edificio, si debían o no readecuar sólo las oficinas de los cinco magistrados numerarios o también las de los cuatro supernumerarios.
Para las obras contaban con un presupuesto de 20 millones, provenientes de los cerca de 123 millones de pesos de los ahorros acumulados durante cinco años, de los cuales ya se habían gastado 105 millones para comprar el edificio.
Al no ponerse de acuerdo, los magistrados optaron por solicitar la opinión de especialistas de la UNAM, quienes recomendaron el reforzamiento del edificio, para estar en el rango de seguridad que se establece para las oficinas públicas, ya que está en un nivel más bajo.
Después de hacer la licitación correspondiente los trabajos de reforzamiento iniciaron apenas en diciembre y se prevé que tarden más de cinco meses. Aunque existe el riesgo de que la empresa encargada de las obras, las suspenda.
Trascendió que la empresa que ganó la licitación informó al Tribunal Electoral del Distrito Federal que el costo de las obras se eleva de 5 millones a cerca de 10 millones de pesos, porque las especificaciones que dio el órgano electoral no eran las correctas.
Por ejemplo, se decía que se tenían que perforar determinados centímetros para llegar a las varillas, y al hacerlo se encontró que era el doble, por lo que se requiere otro tipo de maquinaria.
Ante esto, el TEDF amenazó a la empresa con demandarla por incumplimiento de contrato. Problema que de no resolverse antes del miércoles, se dejará de herencia a los nuevos magistrados, quienes el miércoles pasado conocieron las instalaciones.
La adquisición de este inmueble siempre se cuestionó, incluso el magistrado Raciel Garrido Maldonado votó en contra del acuerdo correspondiente. Cuando se hizo la mudanza, en los dos últimos pisos no había cables de luz, los baños estaban descompuestos y en algunas zonas el plafón del techo estaba descubierto.
El septiembre pasado, durante una fuerte lluvia, el agua se filtró por el cubo de los elevadores a las escaleras, así como por algunos plafones, la oficina de la magistrada María del Pilar Hernández fue la más afectada.
Al hacer un recorrido por el edificio se puede observar que la mayoría de trabajadores se cubre del polvo con tapabocas, mientras que los cables de luz se encuentran al descubierto.
Hoy, el magistrado presidente Hermilo Herrejón rendirá su último informe de labores, entre escombros, polvo y el sonido del taladro o el martillo golpeando alguno de los muros. O quizás, como se hizo ayer, durante la sesión pública que el Tribunal Electoral llevó a cabo se dé la instrucción de suspender las obras, mientras se realiza el evento.