Represalia por protesta en una hacienda de Brasil
Proceso de trasnacional en Gernika contra 30 mujeres y líderes del MST
La empresa multinacional Aracruz Celulosa entabló en Gernika, País Vasco, un proceso judicial contra 30 mujeres y dirigentes del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil y miembros de Vía Campesina, entre quienes se encuentran Joao Pedro Stedile y Paul Nicholson, en represalia por haber organizado protestas en una hacienda de la compañía.
El sindicato agropecuario vasco Euskal Herriko Nekazarien Elkartea (EHNE) denunció en un comunicado que los abogados de Aracruz Celulosa pidieron para los acusados penas carcelarias que van de ocho a 30 años de prisión, por diversos delitos.
Para el representante europeo de Vía Campesina y miembro de EHNE, Paul Nicholson, la empresa demanda 30 años de prisión "por arrancar plantas y ocupar un laboratorio de investigación biotecnológica, violación de la propiedad privada, secuestro, espionaje industrial, robo, formación de banda armada o asociación ilícita, ocultación de bienes y lavado de dinero".
La protesta de las organizaciones fue el pasado Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) en la hacienda Barba Negra de Barra do Ribeiro, en el estado brasileño de Río Grande do Sul, adonde acudieron al menos 2 mil campesinas para denunciar los "desiertos verdes", compuestos por plantaciones de eucaliptos, acacias y pinos para fabricar celulosa, que cubren "miles de hectáreas" en Brasil y América Latina.
Según EHNE, en Río Grande do Sul hay cerca de 360 mil hectáreas de monocultivos de madera para celulosa plantadas por tres empresas, una de las cuales es Aracruz, que posee 261 mil hectáreas en tres estados brasileños.
"Esta empresa obtuvo en 2003 ganancias de 300 millones de dólares, y sin embargo genera un solo empleo por cada 185 hectáreas plantadas", señaló EHNE al dar a conocer las acusaciones contra las campesinas y los dirigentes de las organizaciones.
Además, dijo, Aracruz Celulosa fue acusada en el estado Espirito Santo por el ministerio público federal de Brasil por "hacer publicidad difamatoria contra pueblos indígenas que reivindicaban las tierras que un día les fueron arrebatadas por la empresa multinacional".
Nicholson, quien fue llamado a declarar el 8 de agosto pasado en un juzgado de Gernika, afirmó que "ante coacciones como éstas de las multinacionales contra los movimientos sociales que defienden un uso de la tierra social y ecológico, Vía Campesina va a iniciar una campaña internacional para convertir este juicio político en un enjuiciamiento a las trasnacionales".