Niega el Pentágono que el edificio atacado sea una sede diplomática; hay 6 detenidos
Irrumpe el ejército estadunidense en consulado de Irán en el Kurdistán iraquí
Bagdad, 11 de enero. Soldados estadunidenses irrumpieron este jueves en el consulado de Irán en la ciudad de Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, y detuvieron a seis empleados, entre ellos diplomáticos y parte del personal, denunciaron funcionarios kurdos e iraníes.
Un vocero de las fuerzas de seguridad kurdas que tomaron posiciones alrededor del consulado, indicó que los soldados también emplearon helicópteros durante la acción, confiscaron documentos y computadoras.
El Pentágono negó que el edificio atacado fuera un consulado iraní. "Puedo confirmarles que éste no es un consulado o un edificio del gobierno", declaró el vocero Bryan Whitman.
La presidencia y el gobierno del Kurdistán, en el norte de Irak, denunciaron en un comunicado la operación contra el consultado de Irán en Erbil, toda vez que "va contra los esfuerzos para estabilizar la seguridad en Irak".
El vocero de la cancillería iraní, Mohammad Ali Hosseini, condenó la incursión y señaló que fue una violación a la ley internacional. "La actividad de las personas en nuestra oficina en Erbil es legal y está en cooperación con el lado iraquí", sostuvo.
Irán convocó a los embajadores de Irak y de Suiza, que representan los intereses estadunidenses en Teherán, para que expliquen el incidente.
La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, advirtió que Estados Unidos no se mantendrá "inactivo" ante eventuales intervenciones iraníes en territorio de Irak que busquen desestabilizar aún más la grave situación que atraviesa ese país.
Este día fue de relativa calma en Irak; murieron nueve personas, seis en varios ataques en Bagdad, y tres en Samarra, entre ellas Asaad Yassin, presidente del concejo municipal de la localidad.
Mientras, el primo del ejecutado Saddam Hussein, Hassan Majeed, reveló que él ordenó a las tropas "ejecutar" a quienes ignoraran las órdenes del gobierno de abandonar las ciudades durante una operación militar con gases químicos en la región del kurdistán, en 1988, que dejó 180 mil muertos.
"Soy responsable de la orden de desplazamiento y tomé la decisión por mi cuenta, sin consultar al Alto Comando Militar o al comandante del partido Baaz", afirmó ante una corte que lo procesa por genocidio junto a otros cinco ex funcionarios.
En tanto, un soldado etadunidense acusado de haber participado en el asesinato de tres prisioneros iraquíes en mayo de 2006, en Bagdad, se declaró culpable de homicidio este jueves y fue condenado a 18 años de prisión, informó una fuente del Pentágono.