Defienden método caduco para "encubrir a violadores", acusa víctima de pederasta
"La jerarquía católica del país busca limpiar el nombre de Rivera Carrera"
Además de retirarle del sacerdocio, Nicolás Aguilar debe enfrentar a la justicia civil, afirma
Ampliar la imagen Joaquín Aguilar (derecha) asegura que el caso de Nicolás Aguilar no termina con sólo una sanción de Roma al cura Foto: José Antonio López
Joaquín Aguilar, el principal demandante del cardenal Norberto Rivera en la Corte Superior de Los Angeles, acusó a la jerarquía católica mexicana de seguirle el "juego" al prelado para tratar de minimizar los delitos que se le imputan, relacionados con el encubrimiento del cura Nicolás Aguilar Rivera, que enfrenta denuncias de abuso sexual a menores.
Cuestionó que los representantes de la Iglesia mexicana tardaran 20 años en solicitar al Vaticano su intervención para sancionar al presunto pederasta. "Se habría evitado mi abuso y el de cerca de 100 niños más", advirtió.
A final de cuentas, sostuvo, hablamos de decisiones políticas que tienen como trasfondo defender el método tan "caduco" de la institución católica para "encubrir a violadores", y buscar "limpiar el nombre de Norberto Rivera, que, como el resto de la Iglesia católica, enfrenta con este tipo de asuntos su más fuerte crisis de debilidad".
Entrevistado vía telefónica, Joaquín Aguilar insistió en que el acuerdo adoptado por un grupo de obispos en noviembre pasado en las instalaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano le resultaba un "circo montado. Son decisiones políticas a final de cuentas, pues lleva cerca de 20 años el asunto y apenas se está haciendo algo por un proceso que si en su momento se hubiera tomado, a mí no me habría pasado nada, ni a cerca de 100 niños más.
"Yo soy, que recuerden, quien abrió la brecha. Seguro que si no lo hubiera hecho público, si no hubiera demandado a los cardenales Rivera Carrera y Roger Mahony (de Los Angeles), a este señor (Nicolás Aguilar) no le habrían hecho nada.
"Dicho individuo aseguró sigue oficiando y sigue siendo apoyado por el mismo clero. Que el cardenal Rivera, arzobispo primado de México, recuerde que cuando yo quería iniciar el proceso canónico (a finales del año pasado), él quería verme personalmente y yo no quería verlo.
"Me parece agregó que su solicitud a la Congregación para la Doctrina de la Fe es sólo para decir: 'vean, estoy tratando de hacer algo', pero señor (se dirigió al cardenal Rivera) no lo hizo en su momento. Yo le mandé una carta en 2002, por medio de su entonces obispo auxiliar José de Jesús Martínez Zepeda, pidiéndole comenzar el proceso que ayudara a retirar del ministerio sacerdotal a Nicolás, pero no me hizo caso".
Entonces, afirmó, la petición de hace 15 días al Vaticano "me parece que es demasiado tardía, pues, insisto, si no acuso, la verdad es que a ese religioso no lo estarían tocando". Joaquín Aguilar, quien fue víctima de Nicolás Aguilar en 1985, en un iglesia de la ciudad de México, afirmó que aun cuando Roma responda que procede aplicar la sanción ad divinis al acusado, no se sentirá satisfecho.
"Lo que quiero es que responda como debe de ser ante la justicia civil. Aquí sólo hay de dos: o a la Iglesia le gusta encubrir, o el método que sigue es tan caduco y está hecho para proteger a violadores."
No es casual que si la jerarquía católica sabía de los abusos cometidos por Nicolás Aguilar, y hay de por medio acusaciones ante la justicia civil en este caso estadunidense, de pronto se pida la intervención del Vaticano.
Es obvio, apuntó, que se tata de "limpiar el nombre" del cardenal Rivera, porque este asunto provocó que en México "ya no tenga el poder que antes tenía". Además, con la solicitud que en compañía del arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca, y los obispos de Tehuacán, Rodrigo Aguilar, y de Huajuapan de León, Teodoro Pino, hizo al Vaticano, lo único que consigue es "involucrar" a este grupo de jerarcas, apuntó.