Mis hijos, inocentes, dice la madre de los hermanos Sosa
Oaxaca, Oax., 16 de diciembre. "Mis hijos no son culpables de lo que se les acusa; el presidente (Felipe Calderón), en vez de solapar a Ulises (Ruiz) debería mejor oír al pueblo que pide que se vaya el gobernador", dice la señora Irene Villavicencio, al comentar el encarcelamiento de Horacio y Flavio Sosa, este último uno de los principales líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
Al lado del comal donde echa tortillas, doña Irene viuda de Sosa, de 70 años, recibe a Eduardo Miranda Esquivel, presidente de la Unión de Juristas de México y defensor de Flavio y Horacio, quien trae "saludos de sus hijos" presos en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en Almoloya de Juárez, estado de México.
"Me ha pedido Flavio que les diga que los quiere mucho a todos. Es un hombre firme, con voluntad y principios. En lo que cabe está bien; lo están atendiendo los médicos; le están dando de comer en condiciones normales y no ha sido maltratado. Les pide que aguanten, que desea que salgan primero sus hermanos; él tiene la conciencia tranquila, sabe que es inocente y que espera salir pronto para volverlos a ver. Que es cuestión de esperar", sintetiza el abogado.
Explica a la madre que Flavio está siendo procesado por cinco delitos: los más graves por la quema del entarimado de la Guelaguetza y la ocupación del canal 9 de televisión estatal.
"La decisión de encarcelar a Flavio y a su hermano vino indudablemente de Felipe Calderón ante la incapacidad del gobierno federal para resolver el conflicto, porque no existen pruebas suficientes ni siquiera para presumir que estuvo donde supuestamente se cometieron los delitos. Los testigos de cargo son de oídas y esto tarde o temprano va a caer por su peso", señala la señora.
Agrega que "él andaba en las marchas, en el movimiento, pero eso de andar quemando, no. No se puede ir caminando y andar quemando. No se puede, como se dice, repicar y andar en la procesión. Si se tapaba la cara es por los gases que tiraban (los policías federales)".
La mujer reclama por el "encarcelamiento injusto" de Erick, el primero de sus hijos que fue detenido y enviado al Centro Federal de Readaptación Social de Matamoros, Tamaulipas.
"El ni se paraba en las marchas, no andaba en eso. Era bombero y maletero en el Aeropuerto (de Oaxaca). Tengo otro que se llama Gustavo que tampoco se mete en nada, pero lo quieren detener y anda escondiéndose.
"Solamente Flavio y Horacio andaban en esas actividades, junto con mi sobrino Jorge Luis Sosa (preso en San José del Rincón, Nayarit), pero no por eso o por pensar de otra forma merecen estar en la cárcel", lamenta.
Pues ha de ser muy difícil para usted pasar por esta situación, ¿no? expresa el abogado.
Es muy duro, pero, ¿qué le voy a hacer? Primeramente Dios, van a salir libres, porque son inocentes.
Y manda un mensaje a Flavio, por conducto del abogado: "que se cuide, Dios lo va a ayudar porque no es un hombre malo, como lo es la demás gente (encarcelada). Ulises Ruiz tiene que irse y todos vamos a quedar tranquilos. Que le eche ganas, pues tiene cuatro hijos".