Critica el IMEF la política fiscal propuesta; inhibirá la inversión privada, dicen
No habrá contracción económica en 2007, asegura Carstens ante consultores
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, afirmó ayer que las modificaciones fiscales propuestas para el próximo año no ocasionarán que la economía se contraiga. Las afirmaciones en el sentido de que se podría reducir el producto interno bruto, recalcó, no tienen sustento.
El funcionario participó en un foro organizado por la firma consultora de empresas Deloitte, y allí afirmó que no desalentarán la inversión ni provocarán desempleo. Por el momento no hay ''una fecha mágica'' para la aprobación del presupuesto de 2007.
Reconoció que la reducción de 29 a 28 por ciento en el impuesto sobre la renta representará un impacto en la recaudación de unos 7 mil millones de pesos. En el caso del impuesto al tabaco, expresó que no afectará la disminución de la demanda, y destacó que en el impuesto al activo se regresa a un esquema que se dejó de aplicar en México.
Indicó a los fiscalistas que antes por el impuesto al activo se recaudaban 20 mil millones de pesos, pero ahora sólo se llegará a 8 mil millones de pesos por todas las deducciones que se han permitido al sector empresarial.
Carstens expresó la necesidad de adoptar medidas serias para enfrentar los principales gastos derivados del pago de pensiones, Pidiregas y programas sociales, porque de lo contrario el país podría tener un déficit fiscal creciente que para 2012 que podría llegar a 3 por ciento. Lo anterior, agregó, restaría confianza a los inversionistas, y por esa razón se presentó un presupuesto balanceado, pero en los años siguientes la complejidad será mayor.
El escenario que se enfrenta para 2007 es bueno, porque ''vamos a crecer alrededor de 3.6 por ciento y se va a presupuestar el petróleo a partir de un precio de 42 dólares por barril, pero será necesario incrementar el PIB para poder generar los empleos que requiere el país''.
Por su parte, los dirigentes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), encabezados por su presidente Marco Antonio Cerón Grados, afirmaron que la política fiscal propuesta para 2007 es contradictoria y, de aprobarse, inhibirá la inversión privada, provocará desempleo y abrirá las puertas para una lluvia de amparos. Es, además, anticonstitucional porque no permite la defensa de los contribuyentes.
Se trata, dijo Cerón, de una miscelánea fiscal que no corresponde a las promesas de campaña hechas por el presidente Felipe Calderón. Cada vez explicó, el sistema fiscal de México se hace menos competitivo y esa es la razón por la que las inversiones extranjeras han buscado otros países donde encuentran seguridad jurídica e incentivos.
Luis Ortiz Hidalgo, experto en asuntos jurídicos, manifestó durante la conferencia de prensa que las disposiciones contrarias a las promesas hechas durante la campaña provocarán que los contribuyentes se amparen de manera masiva para defenderse de las medidas contrarias a sus intereses.
A su vez, Carlos Cárdenas, del comité de Estudios Fiscales, sostuvo que el esquema fiscal planteado al Congreso de la Unión desalentará la inversión en la industria automotriz. También afectará al sector de la construcción y, consecuentemente, propiciará mayor desempleo.
Los dirigentes del IMEF expusieron que otro aspecto preocupante es la llamada economía informal, porque mantiene una tendencia creciente y será mayor por causa del desempleo.
Indicaron que la reforma fiscal es inaplazable y consideraron que ese será uno de los principales retos de la actual administración para que pueda ser aprobada y puesta en marcha en 2008, pero descartaron una parálisis de la economía durante el próximo año.