Hallan en su cerebro la sustancia característica del mal
Los gatos también pueden padecer de Alzheimer
Científicos británicos y estadunidenses buscan tratamiento tanto para los felinos como para los humanos
Ampliar la imagen La investigación incluyó a 19 mininos de entre 16 semanas y 14 años de edad. En la imagen, un gato callejero que se aparece cada noche en las cercanías del palacio de Iolani, en Honolulu. Legiones de esos felinos sobreviven en la isla y están entre los muchos animales llevados ahí, como los cerdos salvajes, los caballos, los borregos y los pollos que abruman ya el ecosistema del archipiélago hawaiiano Foto: Ap
Edimburgo, 5 de diciembre. Los gatos viejos también pueden sufrir de Alzheimer, según establecieron investigadores británicos y estadunidenses que encontraron en el cerebro de estos animales una sustancia característica de este mal, en un estudio publicado en la revista Journal of Feline Medicine and Surgery (tomo 8, pág. 234).
En el caso de padecer de Alzheimer, se forman en las células nerviosas de las personas unas proteínas típicas que dificultan la transmisión de señales en el cerebro. Los científicos del grupo liderado por Danièlle Gunn-Moore, de la Universidad de Edimburgo, descubrieron ahora las mismas proteínas los llamados beta-amiloides en el cerebro de gatos que sufrían trastornos del sistema nervioso.
En total, Gunn-Moore y sus colegas analizaron 19 gatos de entre 16 semanas y 14 años de edad. En 17 animales se habían establecido alteraciones neurológicas. En el caso de los gatos más viejos, la concentración de proteínas había aumentado claramente. En gran parte de los animales de más de 10 años, los investigadores encontraron beta-amiloides también fuera de las células nerviosas.
Los investigadores señalaron que si bien el número de animales analizados es muy pequeño, los resultados son importantes para entender los procesos de envejecimiento. "Con este conocimiento intentamos ahora desarrollar nuevos métodos de tratamiento para gatos como para personas", dijo el coautor Frank Gunn-Moore, de la Universidad de Saint Andrews, en Gran Bretaña. La vida más corta de los gatos permite contar antes con resultados sobre los efectos de dietas, presión alta y distintos medicamentos en el mal de Alzheimer.
Danièlle Gunn-Moore subrayó que naturalmente el bienestar de los gatos también es el eje de la investigación.
En estudios anteriores se habían encontrado indicios de mal de Alzheimer en gatos y perros, pero la reciente investigación incluye una prueba definitiva.
Al igual que en las personas, también en el caso de los gatos aumenta la esperanza de vida. Nuevos estudios indican que 28 por ciento de los felinos domésticos de entre 11 y 14 años presentan modificaciones de la conducta debidas a la edad. En el caso de los mininos que tienen más de 15 años la proporción es de más de 50 por ciento.