Necesario, evaluar a fondo beneficios y riesgos de realizar la siembra experimental

Maíz tradicional, presente en áreas donde se pretende cultivar transgénico: INE

La liberación de grano modificado genéticamente no se debe hacer sin un protocolo claro, señala

ANGELICA ENCISO L.

En todo el territorio nacional se encuentran variedades de maíz tradicional, incluso en los campos experimentales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), donde las empresas trasnacionales prevén desarrollar los experimentos con maíz transgénico, señala un estudio del Instituto Nacional de Ecología (INE).

Esto contradice el planteamiento del propio INIFAP y de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en el sentido de que en estos últimos predios no hay maíz tradicional, ya que se encuentran dentro de distritos de riego.

Por su parte, la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) recomendó a las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente que "el objetivo no debe ser únicamente delimitar centros de diversidad genética para entonces liberar organismos genéticamente modificados en donde no se ubiquen estas regiones. La Conabio considera que se debe buscar la construcción de una política de Estado clara y permanente respecto a la conservación in situ de los recursos genéticos para los que nuestro país es centro de origen y diversidad".

Entre las recomendaciones que presentó a las dependencias también señaló que la liberación de maíz modificado genéticamente "no se debe realizar, independientemente de la manera y el lugar donde se hiciera, sin un protocolo claro aprobado por la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados.

"Estas liberaciones las deberán hacer sólo las instituciones públicas debidamente capacitadas en materia de bioseguridad y en las zonas de menor riesgo".

Advirtió que se corre "el riesgo, como país, de pretender resolver un problema político y cultural mediante una respuesta técnica", por lo que consideró que "México se debe dar a la tarea de investigar el valor, en todos los sentidos de la palabra, entre ellos el económico, biológico, agronómico, nutricional, social y cultural, del maíz para México y para el mundo. Esto representaría una línea base clara contra la cual comparar de una manera adecuada y más realista los posibles beneficios y riesgos que representan las construcciones genéticas en maíz si éstas son introducidas en México".

Los estudios experimentales de maíz transgénico de las trasnacionales Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences serían coordinados por Luis Herrera Estrella, del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN, y se prevén en los campos del INIFAP en Valle del Yaqui, Valle del Fuerte, Valle de Culiacán y Río Bravo, los cuales no sólo están dentro de una zona central de origen del maíz, sino que además en ellos se encuentran diversas variedades de éste.

De acuerdo con el estudio del INE hay presencia de razas o variedades de maíz a distancias menores a 64 kilómetros de donde se prevé la liberación de los transgénicos. También en esos campos se realizan evaluaciones de rendimiento, incidencia de plagas y enfermedades relacionadas con el maíz, además de que se evalúan las características morfológicas de las plantas.