Enfrentó también casos como el desafuero, recortes al gasto y la reforma política
Jugó ALDF un papel preponderante durante los seis años de acoso federal
Ampliar la imagen Vendedores ambulantes instalaron un plantón en las escalinatas del recinto de Donceles y Allende de la Asamblea Legislativa, la víspera de la toma de protesta a Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno del Distrito Federal Foto: Cristina Rodríguez
En el embate político que durante seis años promovió e impulsó el gobierno de Vicente Fox en contra del gobierno capitalino, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), encabezada por una mayoría perredista, jugó un papel preponderante, tanto en la defensa de los intereses de los habitantes de esta ciudad, como en el apuntalamiento del proyecto de izquierda.
A lo largo del sexenio que inició Andrés Manuel López Obrador y que hoy concluye Alejandro Encinas, numerosos fueron los capítulos de esa acometida y que tuvieron una respuesta inmediata de la bancada del Sol Azteca.
El proceso de desafuero en contra de Andrés Manuel López Obrador, el recorte de 9 mil millones de pesos al presupuesto educativo local, la aplicación del Seguro Popular, el incremento de la leche Liconsa, la Reforma Política y la negativa de autorizar el techo de endeudamiento solicitado, son algunos ejemplos que los legisladores del PRD combatieron con marchas, manifestaciones, contracampañas, e incluso la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados.
La tercera legislatura fue puntal para que desde el inicio de esta feneciente administración se pudiera sacar adelante leyes que beneficiaron a los grupos de población más vulnerables, como la de Pensión Alimentaria y Utiles Escolares, o bien la de Austeridad, que puso orden al derroche de recursos públicos, mientras que la actual legislatura impulsó y aprobó la polémica Ley de Sociedades de Convivencia, que a decir de los perredistas era una deuda pendiente con un sector de esta capital.
Rechazos y consensos
A pesar de que en la mayoría de esas leyes hubo la constante crítica y rechazo de los partidos de oposición, también hubo páginas de la ALDF que se escribieron con el consenso de todas las fuerzas políticas.
Así por ejemplo, de 2000 a 2003, la Asamblea Legislativa, partidos políticos y el gobierno capitalino lograron sacar por consenso una iniciativa de Reforma Política para el Distrito Federal, la cual incluso contó con el respaldo del Tribunal Superior de Justicia del DF; sin embargo, el senador priísta David Jiménez, en ese entonces presidente de la Comisión del Distrito Federal en la Cámara de Senadores, la mandó a la congeladora. Era parte de esa guerra contra la administración local.
Uno de los conflictos más álgidos de este sexenio que concluye fue, sin duda alguna, el del predio El Encino. En 2004, la Procuraduría General de la República (PGR), a solicitud expresa del Poder Judicial de la Federación, solicitó a la Cámara de Diputados el inicio del proceso de desafuero contra el ex mandatario local, Andrés Manuel López Obrador, por el presunto desacato a una orden judicial, que obligaba al Gobierno del DF a suspender la construcción de una calle de acceso a un hospital privado. Esa acción se concretaría un año después.
La polémica alcanzó a los legisladores de la mayoría perredista, quienes desde sus espacios de control promovieron marchas de apoyo y desataron una intensa campaña en contra de esa acción, y junto con la presión social llevó a que el entonces titular de la PGR, Daniel Cabeza de Vaca, anunciara el desistimiento de la acción penal contra López Obrador.
A este asunto le siguió la demanda de Enrique Arcipreste para que el GDF le pagara mil 800 millones de pesos por la indemnización de su presunto predio, el Paraje San Juan, ante lo cual la III legislatura creó una comisión especial y emitió una resolución según la cual existía un "fraude procesal", lo cual fue confirmado posteriormente por las autoridades jurisdiccionales y llevó a que se redujera a un monto muchísimo menor.
El 5 de octubre de 2004 de nueva cuenta la ALDF sube a la palestra cuando una veintena de legisladores locales del PRD toman la tribuna de la Cámara de Diputados para impedir que sus homólogos federales modificaran el artículo 122 constitucional, que le afectaría en el presupuesto para educación. Esa ocasión el asunto se frenó.
Esta fue la tónica que caracterizó este sexenio y que hizo que la II y III legislatura en la ALDF se mantuviera en alerta constante para defender ese proyecto de izquierda que seguirá en esta ciudad por los próximos seis años.