Se incumplieron metas para cambiar parque vehicular
Apremia el CEESP a corregir el programa de chatarrización
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) apremió al nuevo gobierno federal a corregir las fallas del programa de chatarrización de vehículos federales de carga y de pasajeros, pues sólo han sido renovadas 18 por ciento de unidades fijadas como meta, al tiempo que insistió en que mientras no se modernice el parque vehicular no podrá estimularse la competitividad y productividad, y tampoco se aprovechará la apertura comercial con Estados Unidos.
Carecer de un parque vehicular moderno ha generado que "el gran beneficiado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sea Estados Unidos, pues ellos movilizan en su país las importaciones mexicanas", ya que han impedido la entrada de transportistas mexicanos a su territorio argumentando que sus vehículos son inseguros para la sociedad y el medio ambiente en general".
Las metas establecidas en el Programa de Modernización del Autotransporte de Carga y Pasaje, en vigor desde abril de 2004, que ha sufrido dos modificaciones ante las primeras "deficiencias y fallas" detectadas, han quedado muy por debajo de lo establecido, aseveró el organismo empresarial.
Explicó que el programa preveía que al finalizar el sexenio del presidente Vicente Fox Quesada fueran sustituidas 14 mil unidades obsoletas por nuevas y seminuevas, mediante estímulos fiscales y facilidades de crédito a los propietarios, pero hasta agosto de este año únicamente habían sido chatarrizadas 2 mil 539, es decir, apenas 18 por ciento de lo que se había proyectado.
Actualmente circulan en México 550 mil vehículos de autotransporte federal, de los cuales 7 por ciento son de carga y arrastre, pero sólo una de cada tres unidades de ese tipo tiene menos de seis años de antigüedad.
Contar con un parque vehicular obsoleto, insistió, implica "mayores costos al transportista y a la economía en general, pues reducen la productividad y la competitividad del servicio, además de que son vehículos más contaminantes".
El CEESP consideró que para superar las complicaciones descubiertas en el programa se requiere un registro adecuado de vehículos, "impedir el ingreso de automotores obsoletos mediante una reglamentación adecuada" y crear más centros de destrucción de vehículos, pues a la fecha únicamente existen dos en todo el país.