En universidades tecnológicas la relación es de nueve por cada 10, revela estudio

Primeros en su familia en llegar a ese nivel, 50% de alumnos de educación superior

Según compendio, los planteles privados no son los que tienen la mejor planta académica

KARINA AVILES

La mitad de los estudiantes de educación superior ­cerca de un millón 300 mil­ forman la primera generación de su familia que accede a ese nivel de enseñanza, ya que 52.9 por ciento de los padres de éstos y 64 por ciento de sus madres no han tenido estudios universitarios.

En el caso de los alumnos de las escuelas tecnológicas, la situación es aún más dramática, debido a que nueve de cada 10 representan la primera generación en su familia que accede a ese nivel educativo.

De acuerdo con el compendio financiado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) La política educativa y la educación superior en México. 1995-2006: un balance coordinado por Julio Rubio, 32 por ciento de los que pueden ir a la universidad trabajan y, de ellos, el mayor porcentaje (37.7) labora de 21 a 40 horas.

De los que prestan su fuerza de trabajo, 49 por ciento lo hace para pagar sus estudios, 17.8 para ayudar al gasto familiar, 10.3 para sostener a su familia, 14.5 por independencia económica y 8.4 por ciento para adquirir experiencia laboral.

Los que estudian en escuelas de paga consideran altas sus posibilidades de ingresar al mercado de trabajo. Sin embargo, en esta síntesis queda en evidencia que los planteles particulares no son los que tienen la planta académica con mejor preparación.

De hecho, el subsistema particular presenta gran rezago en cuanto a profesores con alto nivel de estudios: en total, tiene mil 770 doctores, contra 11 mil 343 del subsistema público.

También hay grandes abismos en los dos subsistemas en cuanto al tiempo de dedicación de los maestros. En el ciclo escolar 2004-2005, la universidad pública reportó 59 mil 409 profesores de tiempo completo, mientras que la privada apenas contabilizó 9 mil 609 contratados bajo ese régimen.

Sin embargo, en el compendio, cuyo contenido es una suma de datos que promueven el elogio y los "logros" de los últimos años, queda manifiesta la desigualdad prevaleciente y el tipo de política aplicada en la enseñanza del país.

Según el reporte, en 2005 el índice de costo anual promedio por alumno en las universidades públicas federales fue de 80 mil 420 pesos, y en las públicas estatales ­muchas de las cuales tienen riesgo de quiebra­ llegó a 41 mil 280.

En otras la situación fue todavía "peor". El índice de costo anual promedio por alumno en los institutos tecnológicos ascendió a 23 mil 850 pesos, y en las universidades tecnológicas llegó apenas a 31 mil 320 pesos.

Como fue denunciado por la comunidad científica, en su ámbito la situación fue de un grave retroceso, tanto en términos financieros como en la concepción de las actividades del sector.

En 2000, el gasto federal de la SEP para investigación era de 0.24 por ciento en relación con el producto interno bruto, y para 2005 descendió a 0.13.