Resalta "los valores cristianos de Europa" al asistir a una liturgia ortodoxa
Medita el Papa en su histórica visita a la Mezquita Azul de Estambul
Apenas 80 personas se congregan en manifestaciones contra Benedicto XVI
Ampliar la imagen El papa Benedicto XVI meditó en la Mezquita Azul ayer, acompañado del mufti de Estambul, Mustafa Cagrici Foto: Reuters
Estambul, 30 de noviembre. El papa Benedicto XVI manifestó hoy su intención de promover el diálogo entre religiones con un gesto histórico al adoptar una actitud de meditación en dirección a la Meca durante una histórica visita a la Mezquita Azul de Estambul, en lo que fue la última jornada de su visita a Turquía.
El Papa, acompañado del mufti de Estambul, Mustafa Cagrici, recorrió la mezquita y en un momento ambos hombres, uno al lado del otro, permanecieron inmóviles durante aproximadamente dos minutos con las manos cruzadas en actitud de oración. El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se apresuró a aclarar a los periodistas que Benedicto XVI no había rezado, sino que era "una meditación".
Con esta actitud realzó aún más lo que ya de por sí era una visita histórica, la segunda de un Papa a una mezquita después de la que hizo Juan Pablo II a la de los Omeyas de Damasco en 2001.
Además, esta visita, consideraron analistas, fue un intento de limar asperezas surgidas a raíz de sus declaraciones de septiembre en Ratisbona, en las que relacionó implícitamente al Islam con la violencia.
Joseph Ratzinger llegó a la mezquita procedente de otro monumento situado en la misma plaza de Sultanahmet, en el corazón histórico de Estambul, el Museo de Santa Sofía. En medio de una fuerte custodia, el Papa alemán visitó esta ex basílica bizantina que durante cinco siglos de dominio otomano fue una mezquita.
Los expertos y las autoridades temían que estas dos visitas pudiesen desembocar en disturbios, pero los únicos incidentes de la jornada fueron dos manifestaciones por la mañana que juntas no congregaron ni siquiera 80 personas, convocadas por nacionalistas turcos del Partido de la Gran Unidad.
Los manifestantes estaban en contra de Ratzinger visitara el templo por considerar que esto era una glorificación de los tiempos en que Estambul era griego y se llamaba Constantinopla.
Al mediodía, tras asistir a una liturgia ortodoxa en Estambul, con motivo de la festividad de San Andrés, patrono del patriarcado ecuménico de Constantinopla, que se celebra el 30 de noviembre, Benedicto XVI insistió en la importancia de "los valores cristianos de Europa" manteniendo la puerta abierta "a otras religiones".
En una declaración conjunta firmada con el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomeo I, estimó que los cristianos deben ser protegidos dentro de las fronteras de la Unión Europea, en una crítica velada a Turquía, país que tiene 99 por ciento de población musulmana y que además mantiene negociaciones de adhesión al bloque, pese a no reconocer la libertad de culto y de acción a las comunidades minoritarias, como las cristianas.