Usted está aquí: viernes 1 de diciembre de 2006 Mundo Desactivó la revolución bolivariana la bomba de la violencia social: Chávez

Habría represión si regresara la derecha al poder en Venezuela, advierte el gobernante

Desactivó la revolución bolivariana la bomba de la violencia social: Chávez

Promete hacer una revisión de la Constitución, para incluir la figura de plazos indefinidos en comicios

La permanencia del mandatario en la presidencia garantiza un crecimiento sostenido, afirma el BID

BLANCHE PETRICH ENVIADA

Ampliar la imagen El mandatario venezolano y candidato a la relección, Hugo Chávez, ayer durante una conferencia de prensa realizada en Caracas Foto: Reuters

Caracas, 30 de noviembre. Entre los líderes de opinión chavistas, que esperan afianzar a Hugo Chávez en su segundo periodo presidencial con 6 millones de votos, y los opositores encabezados por Manuel Rosales, con una expectativa de 4 millones de sufragios, se encienden de pronto focos rojos y discursos que anuncian brotes violentos en los comicios del próximo domingo.

Pero el propio presidente Chávez descartó este jueves esa posibilidad, en este último día de campaña. Porque, explicó en conferencia de prensa, lo que ha hecho la revolución bolivariana en los últimos ocho años es, "precisamente, desactivar esa bomba de violencia social que se había incubado por décadas de gobiernos represivos, excluyentes y corruptos, y porque incorporamos con nuestro modelo a las mayorías a un horizonte de desarrollo."

Advirtió, sin embargo, que si los partidos tradicionales de derecha regresan al poder, "si ellos ganaran, con esa su visión equivocada del mundo volverían a activar la bomba de la violencia. Y les estallaría en la cara."

Chávez ofreció a mediodía una maratónica rueda de prensa e hizo un recuento histórico respecto de la sucesión de golpes de Estado, regímenes represivos y conflictos armados en la segunda mitad del siglo pasado, después de la dictadura de Pérez Jiménez, con el gobierno de Rómulo Betancourt, cuyo talante represivo orilló a muchos dirigentes opositores a pasarse a la guerrilla.

Contó incluso que él, cuando ya era soldado, tuvo un encuentro con el guerrillero Douglas Bravo, y contempló la posibilidad de abandonar la carrera militar y pasarse a la lucha clandestina.

Se refirió luego a la otra violencia, la de la exclusión y la miseria que se abatió sobre Venezuela en los años 80, con Carlos Andrés Pérez, que provocó el levantamiento que se conoció como "caracazo", ahogado en sangre, y en el que los militares "fueron obligados a disparar contra el pueblo hasta que se agotó toda la munición en la capital".

Años de inestabilidad, represión, marchas, protestas y violencia que empezaron a disminuir, justamente, cuando empezó la revolución bolivariana, apuntó.

Aseguró que su análisis coincide con la opinión que han expresado en estos días banqueros, gestores y asesores internacionales, quienes concuerdan con las altas probabilidades de triunfo electoral de Chávez.

Citó, por ejemplo, al grupo de asesoría financiera Eurasia Group y a Goldman & Sachs, que coinciden con las encuestas de opinión en el sentido de que el presidente obtendrá cerca de 60 por ciento de los votos.

Otro analista del banco HSBC estima que el escenario "más inquietante e imprevisible" sería el de la derrota del presidente Chávez, ya que generaría "graves problemas sociales".

Eduardo Marín, del Banco Interamericano de Desarrollo, analiza que la permanencia de Chávez en la presidencia garantiza para 2007 las mejores condiciones para un crecimiento sostenido del producto interno bruto.

Eduardo Campos, de la trasnacional procesadora de alimentos, reconoce que Venezuela, que es ya el tercer mercado de sus productos en América Latina, tiene las mejores perspectivas de crecimiento para sus productos.

Una y otra vez el mandatario venezolano descartó la posibilidad de un conflicto poselectoral: "A lo que aspiro es que mis oponentes acepten su derrota y no se pongan a inventar".

Y subrayó que la campaña que hoy concluye, en la que la sorpresa fue el salto que logró dar el candidato opositor Manuel Rosales, que hace apenas tres meses tenía una expectativa de 8 por ciento de los votos y hoy rebasa 30 por ciento, transcurrió "sin incidentes que hayan manchado el proceso electoral, en un clima de libertad y pluralidad".

"Somos fajadores"

Chávez, que se describe como un hombre que busca el centro del ring, un "cabeza caliente" que escucha lo que le dice su corazón, "pero que sabe combinar el frío con el calor", se puso poético al recordar la Venezuela que recibió como presidente hace ocho años.

Dijo: era "una barcaza en un mar sin rumbo"; un país en el que la "madre de todas las crisis era la moral, la corrupción, en donde la casa presidencial en años de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez era casa de negocios y de festejos. La corrupción se hizo parte de una cultura en la que todos participaban, incluso el sector privado."

Por eso, prometió, en la segunda etapa de su revolución bolivariana va a agregar la "ética socialista" a los grandes ejes de su gestión presidencial. Admitió que entre sus propuestas de campaña está hacer una revisión de la Constitución bolivariana, que fue promulgada apenas en 1999, para incluir la figura de plazos indefinidos de las elecciones, una de sus iniciativas mas polémicas.

La defendió este día cuando señaló que es un modelo que existe en Gran Bretaña, Francia y España, y que es necesaria en el contexto de una "revolución muy dinámica" para dar una respuesta a "la oposición golpista".

En alusión a la oposición, que anunció que el próximo domingo a mediodía dará a conocer sus propios datos de las encuestas de salida, al margen de la ley electoral, señaló: "Espero que se respeten las reglas. Pero si no las respetan tendrán que asumir las consecuencias. Yo, cuando saqué a los paracaidistas a la calle y rompí la ley, hice mal y pagué las consecuencias. Dos años en prisión".

Se le preguntó también sobre su aparición en septiembre ante la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando llamó "diablo" al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Explicó que en la víspera Bush había hablado desde esa tribuna como si fuera dueño del mundo, irrespetando a varios países. Y que nadie le respondió.

"Me dije, alguien le tiene que contestar y si me toca a mí, ni modo. Así que no fui yo quien eligió esa alta tribuna, fue él. ¿Por qué le dije diablo? No sé, se me ocurrió en ese momento. Lo dije porque me lo dijo mi corazón. Y yo le hago caso al corazón. Ese es uno de mis defectos, a veces. Pero alguien tenía que decirle a ese diablo qué clase de diablo es".

 
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