El proyecto de Casa Xochiquetzal sienta precedente en el país, afirma Encinas
Abren refugio para trabajadoras sexuales
Ampliar la imagen Beneficiarias de la Casa Xochiquetzal durante la inauguración del inmueble por el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas Foto: Cristina Rodríguez
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, entregó la Casa Xochiquetzal, para trabajadoras sexuales de edad avanzada, que en la senectud no cuentan con un lugar digno para vivir.
El mandatario capitalino dijo que se trata de un proyecto ejemplar, porque sienta un precedente en nuestro país, ya que abre un espacio para mujeres que a lo largo de los años han padecido discriminación y exclusión. La casa, resaltó, será emblemática porque representa un hecho contundente y claro: "que nadie, absolutamente nadie", puede ser discriminado y excluido en esta ciudad y en el país por razones de edad, género, oficio o condición social.
El inmueble dará abrigo a quienes no cuenten con servicios de salud y que por su edad obtienen un pago mínimo por sus servicios y constantemente están en riesgo de ser objeto de extorsión, señaló la directora del Instituto de las Mujeres del DF, Luz Rosales Esteva.
La Casa Xochiquetzal en principio dará cabida a 40 mujeres que viven en la calle, y representará la oportunidad de dignificar ese tipo de albergues; las beneficiarias podrán capacitarse en diferentes oficios para generar ingresos propios que les ayuden a su manutención, indicó.
Ubicada en la calle Torres Quintero 14, la casa cuenta con el apoyo de las organizaciones Semillas y Jóvenes Constructores, y en el futuro tendrá capacidad para 65 mujeres, agregó la funcionaria.
Precisó que será un espacio de convivencia y superación personal, "porque todas sus habitantes se han comprometido a realizar un trabajo comunitario para la plena satisfacción de sus necesidades básicas". Podrán ganarse la vida realizando actividades como costura, venta de alimentos o elaboración de artesanías, para lo cual se han acondicionado los espacios necesarios. La organización Semillas agradeció el apoyo del gobierno local, por medio de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, para la remodelación de la casona del siglo XVIII, que está catalogada como patrimonio histórico y que fue acondicionada como refugio para las mujeres en el abandono.
Muchas "por fin encontraremos aquí un lugar seguro", expresó Leticia, de 73 años, a quien circunstancias trágicas la llevaron a ese oficio. Refiere que a los 11 años fue raptada en su pueblo, Tetela, Oaxaca, por un hombre llamado Fernando. No hubo noviazgo, dice, "fue una venganza contra mi familia porque no lo querían; cuatro días me tuvo encerrada en un cuarto en Veracruz, y luego me pidió que regresara a mi casa, pero mi familia ya no me quiso recibir.
"Luego me trajo al DF, donde tuve a mi primer hijo, a los 13 años, pero su padre me abandonó. Más tarde reiniciamos nuestra relación y tuve cuatro hijos más, pero llevaba una vida de perros, me pegaba muy feo, de la nada me pegaba, pero a pesar de todo duré con él 25 años".
Fue el propio Fernando quien la inició en la prostitución. "Desde entonces me volví una mujer amargada, no me gusta hablar, y siento que toda la gente que se me acerca es falsa e hipócrita", indica después de un largo silencio que rompe su voz quebrada por el llanto.