Usted está aquí: jueves 30 de noviembre de 2006 Mundo Ya no hay opciones para una salida victoriosa de Irak: analistas de EU

Colin Powell habla de una guerra civil en el país ocupado porque "me gusta ser realista"

Ya no hay opciones para una salida victoriosa de Irak: analistas de EU

Bush admite que la situación pasa por una fase de violencia sectaria fomentada por Al Qaeda

Nuri Maliki, incapaz de solucionar el conflicto entre facciones iraquíes: asesor de seguridad

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Cientos de cruces que representan a cada soldado estadunidense caído en Irak en un suburbio de California han provocado un debate sobre si realmente esta es una manera de honrar a los efectivos muertos en la guerra o se trata sólo de explotar su memoria Foto: Ap

Nueva York, 29 de noviembre. El presidente George W. Bush insiste en que en Irak no hay una guerra civil, no obstante que su ex secretario de Estado y ex general Colin Powell dice que esa es la realidad, como casi todo el mundo; cuestiones aparte, el hecho es que el comandante en jefe no puede pisar el terreno de su guerra porque es demasiado peligroso.

Y los expertos ya declaran lo que ha sido obvio para casi todos desde hace tiempo: Estados Unidos ya no cuenta con "buenas opciones" para resolver la crisis en Irak. Algunos indican que lo único que se puede hacer es buscar la forma de una salida bajo otro nombre que no sea "derrota".

Tan mal están las cosas que el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, decidió de último momento suspender su entrevista con Bush esta noche en Ammán, Jordania, colocando a la Casa Blanca en una situación algo penosa. Así, el jefe de gobierno de un país donde se encuentran 150 mil tropas estadunidenses llegó para una muy anticipada reunión con el presidente estadunidense (se decía que aquí se tendría que definir qué sigue en Irak para ambos líderes), y Bush viajó sólo y exclusivamente a la capital jordana para esta cita; el encuentro sobre la crisis en Irak se convirtió en una reunión en crisis.

La cita fue postergada un día sin otra explicación más que la de "complicaciones" en la agenda (a pesar de que ambos jefes de gobierno pernoctan en el mismo hotel) y los voceros estadunidenses insistieron en que no había más detrás de la decisión, pero todo indicaba que sí. La explicación oficial de la Casa Blanca fue una de las más cantinflescas hasta la fecha: que se reunieron el primer ministro de Irak y el rey de Jordania y que les fue muy bien, que por eso no hay necesidad que los tres se reúnan ahora, pero se verán mañana, que a fin de cuentas era sólo una cena, algo social, etcétera.

Sin embargo, la cita de hoy fue cambiada a petición del iraquí después que el New York Times filtró un memorando secreto preparado por el asesor de Seguridad Nacional de Bush, Stephen Hadley, que considera que el primer ministro iraquí no tiene la capacidad de superar el conflicto entre las facciones de su país. En el informe clasificado publicado por el Times en su primera plana hoy, Hadley escribió: "la realidad en las calles de Bagdad sugiere que Maliki ignora lo que está ocurriendo, encubre sus intenciones, o sus capacidades aún no son suficientes para convertir sus buenas intenciones en acciones".

Aunque la Casa Blanca rechazó esta noche que eso haya sido el motivo del aplazamiento de la reunión entre Bush y Maliki, parece que fue por lo menos uno de los factores, entre los cuales había muchos más.

Mientras se preparaba esa cumbre, se reportaba que más de 100 iraquíes y dos soldados estadunidenses murieron durante el día, corrieron versiones de que los estadunidenses consideran abandonar la provincia de Al Anbar al concluir que no era posible ganar "militarmente" en esa zona, legisladores y funcionarios ligados con Moqtada Sadr suspendieron su participación en el gobierno de ese país en protesta contra la reunión de Maliki con Bush, entre otros sucesos.

A la vez, Bush rechazo que haya estallado una guerra civil en Irak: "hemos estado en esta fase durante mucho tiempo... hay violencia sectaria fomentada, en mi opinión, por ataques de Al Qaeda que provocan que la gente busque represalias", declaró. Insistió en que "no voy a retirar nuestras tropas del campo de batalla antes de que se complete la misión".

Pero Colin Powell, ex general, ex jefe del estado mayor y el ex secretario de Estado bajo el mandato de Bush, afirmó desde un foro internacional en Dubai: "yo la llamaría guerra civil porque me gusta enfrentar la realidad", informó la agencia Reuters.

En los últimos días se ha intensificado el debate aquí sobre si existe o no una guerra civil en Irak. Aparentemente, admitirlo es inaceptable para la Casa Blanca, ya que implica conceder que las cosas van de mal en peor a causa de su política bélica, y que ahora Estados Unidos se encuentra justo en medio de una guerra civil fuera de su control.

Pero casi todos los analistas ya no debaten el punto; esa es la realidad. "Estamos en una guerra civil y ambos lados están disparando contra nosotros", consideró el analista y editor internacional de Newsweek, Fareed Zakaria, en una entrevista con ABC News esta noche.

A la vez, parece que ya hay un consenso entre analistas y expertos en Estados Unidos: no hay opciones buenas en esta guerra.

Richard Haas, quien fue alto funcionario del Departamento de Estado en los primeros años de esta presidencia y ahora es presidente del Consejo de Relaciones Exteriores, declaró esta noche que "la palabra 'éxito' se tiene que tachar del vocabulario; eso ya no es posible (para Estados Unidos en Irak)... ahora sólo se trata de reducir los costos", afirmó a ABC News.

La conclusión de casi todos es que no hay buenas opciones para Estados Unidos: ni mantener el rumbo actual ni incrementar la presencia de tropas, y menos retirarse del escenario iraquí. Por lo tanto, algunos sospechan que lo único que queda es buscar la forma de disfrazar lo que se perfila como una derrota.

La próxima semana, informe del Grupo de Estudio

Se anunció hoy que el muy anticipado informe sobre propuestas y opciones que prepara el llamado Grupo de Estudio de Irak, encabezado por el ex secretario de Estado e íntimo consejero de la familia Bush, James Baker, y el ex representante demócrata, Lee Hamilton, será presentado el 6 de diciembre. Algunos sospechan que presentará una fórmula para preparar el retiro eventual de Estados Unidos y llamarlo un triunfo o por lo menos disminuir al máximo los costos políticos y militares estadunidenses del desastre. ¿Pero quién tendrá que seguir pagando la factura?

Una de las opciones en consideración es aumentar por miles las tropas estadunidenses en Irak en el corto plazo, con el propósito de preparar un retiro en el largo plazo. Como señala hoy la columnista del New York Times, Maureen Dowd, enviar a más jóvenes a la guerra no fue el mensaje de la última elección estadunidense, y señala que mientras los estrategas consideran poner a mas jóvenes en riesgo, las hijas del presidente "están corriendo sus propios riesgos en fiestas por toda Argentina".

 
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