Parlamentarismo acotado, "opción" para México
El sistema de gobierno presidencialista está agotado, por lo que la mejor opción para México es el parlamentarismo acotado, aseguró Bruce Ackerman, profesor de derecho y ciencia política de la Universidad de Yale, mientras que Jaime Cárdenas, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), aseveró que el gran defecto del sistema presidencial es la rigidez. "Qué se hace cuando el país es encabezado por un mandatario malo: se debe esperar seis años para que se vaya. En cambio, en uno parlamentario se va cuando ya no tiene apoyo del Congreso".
Al dictar la conferencia Presidencialismo, oposición y legitimidad, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estuvo acompañado por el titular del IIJ, Héctor Fix-Fierro-, el académico estadunidense dijo que México está en mejor posición que Estados Unidos para cambiar su sistema gubernamental, porque cuenta con órganos como el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Señaló que si bien deben mejorar, México ya los tiene, han trabajado y son mejores que los del pasado; aunque en lugar de contar con una banca independiente, es indispensable tener instituciones contra la corrupción, adviritió. Asimismo, consideró que en Estados Unidos son pequeñas las probabilidades de tener un gobierno parlamentario, porque al considerarse una potencia "se imagina de forma incorrecta que su éxito tiene que ver con los pequeños detalles de su gobierno".
Bruce Ackerman insistió en que el parlamentarismo acotado es el mejor modelo para un gobierno constitucional, superior tanto al modelo estadunidense, que divide el poder entre un presidente y un congreso electos, como al inglés y al francés, de gobierno concentrado. En el sistema presidencial, aunque haya una ventaja pequeña entre el ganador y el segundo lugar, el primero se lleva todo. En cambio, en el parlamentario casi no hay diferencia entre triunfar y llegar un poco atrás, pues en una elección cerrada simplemente puede darse una gran coalición.
Al comentar la ponencia, Jaime Cárdenas afirmó que el gran defecto del sistema presidencial es la rigidez, y además no provee soluciones para la confrontación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.