Persiste la discriminación, uno de los elementos que originan la violencia de género
El Estado no ha logrado garantizar los derechos de la mujer: Unifem
La discriminación es uno de los principales elementos que genera la violencia contra la mujer, y a pesar de sus esfuerzos el Estado mexicano no ha logrado garantizar los derechos del sector, pues los hombres continúan maltratando, usando y abusando de ellas por la idea cultural de pertenencia, aseguró Celia Aguilar, oficial de programación del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
Tras participar en la presentación del foro por la equidad de la mujer, organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Canacintra que se realizará el 22 de noviembre, la representante de la ONU subrayó que es la discriminación lo que permite que se siga excusando a los responsables de violencia contra la mujer, como en el fenómeno de los feminicidios en Juárez.
"Esa es la cultura de la discriminación, encontrar pretextos, decir: 'es un crimen pasional, es que estaba intoxicado por el alcohol, es que estaba drogado'; todas esas disculpas que se aceptan. Sin embargo, todos estos drogados o alcoholizados no matan a su jefe, o al compadre que es con quien beben, ni al cantinero; a quien matan es a las mujeres, hay una relación muy grave de poder, que es la que no se resuelve."
En este sentido, alertó que si bien es preocupante la cantidad de mujeres asesinadas en esa ciudad fronteriza, es de mayor relevancia que los homicidios ocurran por el hecho de ser mujeres, y que no exista impartición de justicia ante esos hechos. Por ello, destacó, es en este par de rubros donde las organizaciones internacionales realizan recomendaciones a los tres niveles de gobierno.
Aguilar destacó que si bien en nuestro país ha habido avances para evitar la discriminación hacia la mujer, como es el caso de los ámbitos educativos y de la salud, es en la toma de decisiones donde se presenta la mayor exclusión para ese sector. Además, agregó, en los espacios en los que se presentan avances hay limitantes, como en el caso de la atención en servicios de salud, en los que se da prioridad a la edad reproductiva de la mujer.
"Aquí (en la salud) se les prioriza más en su función materna que en su condición de mujer misma, se encuentra igualdad en una etapa de la vida, pero ¿qué pasa con las niñas y las ancianas?; debemos garantizarles el mismo tratamiento igualitario", dijo.
La especialista de la ONU mencionó que la cultura de la discriminación se presenta debido a la relación que existe entre la cultura y la realidad económica del país. "Yo veo el machismo mexicano y también veo el machismo de los vikingos y no son diferentes; sin embargo, los países nórdicos tienen un nivel de igualdad y de equidad que uno se queda verdaderamente impresionado; sus políticas de igualdad y equidad son verdaderamente políticas económicas", lo cual ayuda a disminuir el fenómeno.
Aseveró que un ejemplo de esta relación cultura-economía es el trabajo productivo de las mujeres, pues además de laborar fuera del hogar trabajan más que los hombres dentro de su propia casa, como en el cuidado de los hijos, la preparación de alimentos y la procuración del bienestar de la familia. "Este es un trabajo no pagado, no registrado, no contabilizado en las cuentas nacionales; en ocasiones ni siquiera las propias mujeres lo reconocen como tal. Esta cultura genera la explotación del trabajo femenino. No es que sea una cultura de 'yo no te quiero y te maltrato', es una cultura de 'yo te uso y abuso de tus horas de trabajo'. Las jornadas de las mujeres suelen ser hasta 30 por ciento más largas que las de los hombres."