En el sector informal, 12 millones de mexicanos, señala Miguel del Cid
Alza salarial y empleo decente, retos de México: OIT
Para el próximo sexenio México tiene como principales retos la creación de empleo "decente"; abatir la desocupación, en especial la existente entre los jóvenes y las mujeres; combatir la informalidad laboral e incrementar el monto de las percepciones, pues se encuentran "muy rezagadas", señaló Miguel del Cid, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.
Precisó que para generar empleo decente, es decir, digno y remunerador, se deben "armonizar" los objetivos del trabajo de calidad con la política económica. Sostuvo que esto no es un asunto privativo de México, sino de todos los países de Latinoamérica.
En este sentido, precisó que en la región al menos la mitad de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, y que en el caso de México uno de cada cuatro trabajadores se encuentra en estas condiciones, lo que representa más de 12 millones.
Tras remarcar que uno de los objetivos de la OIT es promover la creación de trabajo decente en el mundo, Del Cid refirió que la economía informal es un segmento del mercado laboral en el que "prevalecen actividades de muy baja productividad y niveles de ingreso, y donde la fuerza de trabajo, al no ser asalariada, no accede a los derechos laborales", lo que significa que no hay cumplimiento de los principios y derechos de los empleados, como acceso a protección y a la seguridad social.
Entrevistado durante el quinto Foro Nacional Laboral: empleo, legislación laboral, administración de justicia, necesidades y expectativas laborales 2006-2012, el representante de la OIT insistió en que para mejorar la calidad y la cantidad del empleo se requiere diseñar políticas integrales de "carácter macro y microeconómico que aborden de manera global esos desafíos del mundo del trabajo".
En cuanto a las remuneraciones y al escaso aumento que ha tenido en el país el salario mínimo, así como la "situación de rezago de las percepciones en el mercado", sostuvo que el pago en el empleo siempre "refleja la realidad económica de un país", e hizo hincapié en que las brechas salariales entre las naciones indican también las "diferencias de productividad".
Apuntó que también se debe tomar en cuenta el poder de compra de los salarios, aspecto en el que las naciones en desarrollo muestran "gran diferencia con las industrializadas". Remarcó que este factor, aunado al rezago en los montos salariales, es el principal abono de la migración, sobre todo de la indocumentada.
Por lo anterior, consideró que el gobierno entrante de Felipe Calderón tiene "amplios desafíos" en materia laboral, sobre todo en el aspecto de crear empleo de calidad, y que también será primordial "mejorar la competencia de la fuerza del trabajo, pues las remuneraciones están estrechamente ligadas no sólo a la demanda de fuerza de laboral, sino también a la capacitación con que cuenten los trabajadores, porque a mejores competencias, habilidades y calificaciones de los empleados, son mayores los salarios a los que pueden aspirar".
Sobre la reforma laboral en México, el funcionario de la ONU descartó manifestarse en favor o en contra de la propuesta gubernamental en la materia, sólo precisó que si se concreta debe tener como característica principal "ser coherente con los principios fundamentales del trabajo consignados ante la OIT".