Expertos en temas ecológicos, entre los mencionados para dirigir la dependencia

Integrar a turismo y pesca en políticas ambientales, el reto de la Semarnat

Agua, basura, cuidado del mar y bosques, las grandes deudas pendientes, afirman

ANGELICA ENCISO /II, ULTIMA

A 12 años de su creación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) enfrenta los retos de promover que el resto de las dependencias incluyan el tema ecológico en sus programas, se dé prioridad al agua y se recupere la vigilancia y protección ambiental.

Estos son algunos de los desafíos que se plantean personajes que podrían ocupar la titularidad de la dependencia en la próxima administración y que están ligados a los sectores empresarial y científico, además de que cuentan con experiencia en la gestión de políticas públicas del sector.

Aún falta ver si el presidente electo, Felipe Calderón, no se decide por incorporar a algún político sin conocimiento, que llegue a la secretaría a aprender, como ocurrió en los últimos tres años con los panistas Alberto Cárdenas y José Luis Luege Tamargo.

Candidatos

Desde 2005, Adrián Fernández es presidente del Instituto Nacional de Ecología (INE), organismo desconcentrado de la Semarnat, con doctorado en Ciencias Ambientales, docente de Harvard y ex director general de Gestión e Información Ambiental del INE. Hizo una tesis pionera en su tipo que evaluó la exposición real de la población a los contaminantes por medio del uso de monitores personales mientras se trasladaban en la ciudad.

Fernández sostiene que no pertenecer a ningún partido político ni grupo ambiental le resta ventajas, a pesar de que es cercano al Nobel de Química Mario Molina, y se menciona que fue quien promovió la participación de éste en los programas ambientales de calidad del aire en el país.

Al evaluar la gestión de la Semarnat, indica que es un avance que se haya reconocido, aunque sólo a nivel conceptual, la necesidad de la transversalidad de las políticas ambientales en todo el gobierno federal. Reconoce el crecimiento de la superficie bajo protección especial y del Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire, así como la puesta en marcha de la norma 086, que obliga a la introducción de combustibles con bajo azufre. Sumado a ello, se avanzó en el análisis de riesgos relacionados con el uso de organismos genéticamente modificados (OGM).

Entre los retos, considera la integración de políticas ambientales en otros sectores, algunos de los cuales aún promueven políticas que atentan contra el medio ambiente, como son prácticas de pesca no sustentables, alguna infraestructura turística y actividades agrícolas.

Sumado a ello ­advierte­, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no cuenta con suficientes recursos y fuerza política para proteger los recursos naturales. "Bosques, selvas y manglares continúan bajo fuertes presiones de cambios de uso de suelo por diferentes causas".

Asegura que se debe avanzar más en la agenda de democracia ambiental y que las cuencas y ríos más importantes del país continúan contaminados; hay pocas mejoras en el manejo sustentable del agua, además de que falta una política integral sobre OGM que garantice la protección del medio ambiente, principalmente de especies como el maíz.

Ernesto Enkerlin, actual director de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), de la Semarnat, fue director de Pronatura Noreste y se le vincula con el Grupo Monterrey; asegura sentirse "honrado" con su mención como posible sucesor del panista José Luis Luege Tamargo.

Evalúa que "en términos de sustentabilidad del país, estamos muy lejos. Este tema es un reto para la sociedad, y para llegar a él se requiere una transformación radical y profunda". En este gobierno, indica, se dio un paso con la transversalidad, lo cual fue incorporado como eje rector en las políticas.

Sostiene que el tema forestal creció de manera importante, pero esto debe ir dirigido a beneficiar a los dueños de los bosques, que en gran parte son las comunidades indígenas. También hubo avances en Areas Naturales Protegidas, pero, admite: "el rezago no se resuelve en seis años".

Menciona la deforestación "entre las deudas", y aunque "la tasa ha bajado de manera importante", aun si fueran 250 mil hectáreas, que es la cifra más optimista, es inaceptable seguir dilapidando el patrimonio forestal, ya que la restauración de esos ecosistemas se lleva 50 o 100 años.

Otros pendientes son el agua y la basura; considera que las dos cruzadas deben ser reforzadas. "Fueron buenas ideas, pero se requieren más recursos y que sean abrazadas por toda la sociedad. El país pierde competitividad y salud por la gran cantidad de basura que tenemos por todas partes; la principal queja de los turistas es que México es un país cochino", indica.

En la relación con el sector privado, "hay algunos puntos donde se seguirá tironeando, porque el tema ambiental ha entrado de lleno en la toma de decisiones". Agrega que en dos sexenios se ha demostrado que se puede trabajar y dar certidumbre; "los empresarios quizá buscan esta certidumbre de lo que se puede y lo que no se puede".

Por su parte, Gabriel Quadri, economista y actualmente director en México y Centroamérica de la empresa International Ecosecurities, especializada en diseñar proyectos de carbono para el Protocolo de Kyoto. Fue presidente del INE cuando Julia Carabias Lillo era titular de la dependencia; después ingresó al sector privado, donde fue director del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable. Rehusó hablar de la posibilidad de ser designado como titular de la Semarnat, a pesar de que se encargó de diseñar el programa ambiental del presidente electo.

Al evaluar el sector, sostiene que hay claroscuros; "algunas áreas se han debilitado, otras se han fortalecido". Asevera que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es actor fundamental: "es una institución que tiene muchas áreas de oportunidad, hay muchos rezagos y carencias en términos de políticas públicas".

Señala que la Conagua renunció a su gestión reguladora, tanto en lo que respecta a los organismos operadores municipales como en las descargas residuales y la calidad del líquido en el país. "Tiene conflicto de interés, ya que es promotor, cliente y proveedor, y quiere ser el regulador"; por eso hay que separar las funciones de regulación de las de operación, como un principio básico de política ambiental en todos los sectores.

Señala que "el mar está abandonado y los mexicanos seguimos dándole la espalda; no hay políticas ambientales en este rubro". Advierte que es un área donde se plantean los mayores riesgos ecológicos a corto plazo para el país, y recuerda que cuando Víctor Lichtinger estaba al frente de la Semarnat hubo esfuerzos por regular al sector pesquero, "incluso se dieron tensiones en la administración pública por ello".

Asevera que en materia forestal es necesario establecer un programa ambicioso, con una estrategia contractual para contener la deforestación y lograr la restauración ecológica del territorio. Las plantaciones forestales deben pasar a la Secretaría de Agricultura, y "lo que se ha hecho en pago por servicios ambientales es poco, va dirigido a ciertos grupos sociales y ecosistemas que no necesariamente son los más vulnerables o más valiosos", refiere.

Considera que la acción de la Profepa ha sido gris; el brazo coactivo, de verificación y cumplimiento de la ley en materia ambiental se ha desdibujado mucho en términos físicos y organizacionales, "ya no se diga de conocimiento y voluntad política".