Relata que presenció el asesinato de dos hombres reportados como desaparecidos
Apareció con vida indígena retenida por comuneros de Nueva Palestina
Palenque, Chis., 16 de noviembre. Hoy apareció viva la indígena Petrona Núñez González, quien fue retenida por comuneros de Nueva Palestina que el lunes atacaron a balazos a pobladores de Viejo Velasco Suárez, al tiempo que comunidades con presencia zapatista y de la organización X'inich se declararon en alerta por la exigencia de los lacandones de que sean desalojados cuatro poblados ubicados en los límites de la reserva de Montes Azules.
Al rendir su declaración ministerial, la noche del jueves, la mujer de 34 años dijo que fue golpeada, encarcelada y amenazada de muerte si denunciaba lo ocurrido en Viejo Velasco. "Yo vi cuando mataron a mi papá (Pedro Núñez Pérez) y a Miguel Moreno cerca de El Paraíso", aseguró.
Estos dos hombres estaban reportados como desaparecidos y de confirmarse el dicho de la indígena el número de muertos se elevaría a seis, sin incluir un feto de seis meses de María, hermana de Petrona, asesinada el lunes en su casa.
Aunque Petrona fue liberada el martes, hasta la mañana de hoy se supo que estaba con vida. En su exposición contó que el lunes al amanecer cientos de hombres armados, con uniformes y gorras azules, llegaron a Viejo Velasco para atacarlos.
Añadió que a ella, a su padre Pedro Núñez y a sus vecinos Miguel Moreno y Mariano Pérez los llevaron a la escuela y los golpearon a culatazos y puntapiés.
Añadió que después de cometer los primeros asesinatos, los integrantes de la llamada comunidad lacandona formada por cuatro localidades, entre ellas Nueva Palestina los sacaron de la escuela y arrastraron rumbo a El Paraíso, donde habían dejado los vehículos, pues a Velasco Suárez no hay carretera.
Contó que unos 300 metros antes de llegar a El Paraíso, su padre y Miguel fueron asesinados a balazos, pero ya no se dio cuenta de la suerte de Mariano. "Yo volteé a ver y ahí los vi muertos", dijo, y agregó que en seguida fue subida a uno de los vehículos y llevada a Nueva Palestina.
Ahí fue introducida en una casa y luego encarcelada y golpeada. Uno de los pobladores le puso una inyección para bajarle la fiebre a causa de una infección provocada por una úlcera en la pierna, que no se ha atendido desde hace tiempo.
Ese mismo lunes fue exhibida ante miles de pobladores de Nueva Palestina para responsabilizarla de la muerte de Vicente Pérez Cruz, quien falleció en el hospital de Palenque a causa de las heridas que sufrió durante el ataque. Después la llevaron a Frontera Corozal y repitieron la escena. "Me tomaron fotos y me dijeron: 'ahora te vamos a salvar, pero si dices algo te vamos a matar porque ya sabemos quién eres'", relató la mujer, que sólo habla tzeltal.
Añadió que el martes por la tarde le dieron dinero y dos hombres la llevaron en un vehículo a la carretera fronteriza ubicada a unos 10 kilómetros para que tomara una unidad de pasaje. Los dos hombres subieron con ella.
Uno bajó en el ejido 20 de Noviembre y ella lo hizo más adelante para dirigirse a una comunidad donde vive un hermano, a una hora de Palenque. El otro hombre siguió presuntamente hasta esta ciudad.
La noche de hoy, la indígena quien el lunes perdió a su padre y a su hermana María, y en 2001 a su hermano Antonio a causa del conflicto agrario en Montes Azules fue traída a Palenque para que fuera atendida médicamente y para que un fiscal del Ministerio Público le tomara la declaración, pues no quiso ir a la comunidad por temor a ser retenida.
Por la mañana agentes de la policía estatal llevaron detenido a las oficinas de la fiscalía en esta ciudad al indígena Felipe Díaz López, de Nueva Palestina, tras ser dado de alta en el hospital. Su ingreso fue presenciado por su madre y un hijo cuyos nombres no fueron dados a conocer, quienes se dijeron sorprendidos por la detención y luego hicieron una llamada telefónica, presuntamente a su comunidad, para pedir que vinieran 50 camiones cargados de gente para liberarlo.
Personas que viajaron hoy a la zona de Lacanjá Chansayab, cercana a Nueva Palestina, reportaron que la situación era de relativa calma. Sin embargo, prevalecen temor e incertidumbre. Ayer, unos 10 jóvenes que estudian en el Colegio de Bachilleres ubicado en Chamizal, donde ayer fueron enterrados los indígenas Filemón Benitez Pérez, su tío Antonio Mayor Benítez y María Núñez González, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), según la organización X'inich (hormiga, en chol), fueron retirados y trasladados a sus hogares.
Habitantes de dicha comunidad afirmaron que el martes, cuando se supo de la muerte de Filemón quien hace cuatro meses regresó de Estados Unidos y de Antonio, en la escuela se tensó el ambiente porque los alumnos originarios del lugar amenazaban con tomar represalias.
Los maestros calmaron la situación momentáneamente, pero al caldearse los ánimos los padres de los muchachos decidieron que se trasladaran a Palenque el martes y ayer los llevaron a Nueva Palestina para protegerlos.
A tres días de la agresión, pobladores de Viejo Velasco Suárez afirmaron que próximamente retornarán a esas tierras porque les pertenecen. "Pensamos regresar porque estas tierras ya se pagaron con la sangre que han regado nuestros compañeros", dijo Isidro Pérez Vázquez, quien logró huir cuando entraron los 300 o 400 indígenas tzeltales, choles y lacandones de la comunidad lacandona.
Aseveró que el día del ataque varias familias salvaron la vida porque corrieron por el monte hasta llegar a la vecina Nueva Tila, tras seis horas de caminar por el cerro, donde se refugiaron. "Lo que nos hicieron no fue un desalojo, fue una masacre", manifestó el indígena, quien responsabilizó de los hechos a los gobiernos federal y estatal por "no atender el problema".
Ataque premeditado, igual que en 95 y 2000: Centro Fray Bartolomé
Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, la acción contra el poblado Viejo Velasco Suárez "tiene características de un ataque premeditado como los que se realizaban en las regiones norte y Altos de Chiapas entre 1995 y 2000 con grupos de civiles armados, uniformados al estilo de policías o militares y con armas de grueso calibre que atacaban a las poblaciones generando muerte, desapariciones y desplazamiento forzado, en presencia aquiescente del Ejército Mexicano, como parte de la estrategia contrainsurgente frente al EZLN".
Recordó que el pasado 9 de noviembre en la comunidad de Busiljá, situada a 15 kilómetros de Viejo Velasco, "seis hombres armados y portando el uniforme de la policía sectorial amenazaron con disparos a varias familias, por lo que 18 personas se desplazaron", a pesar de que tres patrullas de la policía estatal estaban en el lugar.
"Los afectados denuncian que los agresores son de esa misma comunidad, miembros de la Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos de filiación priísta. Que los uniformes les son proporcionados por la policía sectorial y que siempre se ponen de acuerdo.
"Frente a estos hechos nos llama la atención el reciente nombramiento del general de división DEM retirado Luis Mucel Luna como director de la policía sectorial de Chiapas, quien cuenta con una maestría en administración para la defensa y seguridad nacional en el Colegio de la Defensa Nacional, y un posgrado en el Colegio Interamericano de Defensa en el Fuerte J. Lesley McNair, en Washington", dijo el organismo.