En Oaxaca el PRI se niega a escuchar el mandato de la ciudadanía, sostiene
La verdadera democracia nace en el pueblo; no se crea por decreto: Semo
Los movimientos revolucionarios de Chiapas y Oaxaca son un claro ejemplo de que existen instituciones y formas de pensar muy antiguas en la organización popular que exigen ser consideradas como alternativas legítimas y no como herencia del pasado, aseguró Enrique Semo Calev, historiador y ex secretario de Cultura en el Gobierno del Distrito Federal.
La consolidación de un verdadero sistema democrático, indicó, sólo se puede alcanzar desde la movilización de las clases populares y no por la imposición de una clase política completamente "ciega y terca" a aceptar que movimientos como el de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, "aún con todos sus defectos, son un ejemplo legítimo de participación ciudadana".
Indicó que instituciones como el cacicazgo, la rebelión de los sectores campesinos y el principio de reciprocidad o solidaridad entre las comunidades son "estructuras que han tenido un largo arraigo y que aún hoy influyen en el México actual".
En entrevista con La Jornada, tras la presentación de su libro Historia económica de México: de los cazadores y recolectores a la sociedades tributarias, afirmó que en estructuras como el cacicazgo, con una antigüedad de más de 3 mil años, "han resistido a todas las reformas democráticas impulsadas desde el siglo XIX, y hoy en día siguen vigentes no sólo en el centro y sur del país, también en los estados del norte como reflejo de la falta de una verdadera apertura democrática".
Agregó que en el caso del cacicazgo, se trata de una institución que no necesariamente es algo legal o material, sino fenómenos culturales, es una forma de conducta, un conjunto de valores, que no han podido ser disueltos por el desarrollo de la democracia y la ciudadanía, ya que debilitar la relación cacique-cliente sólo se logrará si se desarrolla la conciencia del ciudadano, tomando en cuenta las particularidades del pueblo mexicano.
Frente al cacicazgo, agregó, lo único que funciona es la organización democrática popular, que no es un fenómeno reciente en los pueblos de México, sino una institución que los ha acompañado a lo largo de miles de años de historia.
Semo Calev afirmó que ante las rebeliones de Chiapas y Oaxaca, "pareciera que la clase política está ciega y no quiere aceptar el mensaje de estas movilizaciones ciudadanas, cuando tenemos al Partido Revolucionario Institucional defendiendo a un gobernador indefendible sólo por no perder una gubernatura, enfrentándose durante cinco meses con la mayor parte del pueblo de Oaxaca; es un ejemplo de ceguera y de defensa del cacicazgo a un precio muy elevado por la cantidad de muertos, desaparecidos y detenidos".
En contraste, agregó, desde hace varios años se ve una sociedad que "empuja muy fuerte por un cambio democrático, pero siempre desde la organización popular democrática, es decir, si hay un cambio será desde abajo y no desde las cúpulas del poder".