La violencia ha crecido de modo alarmante, señala
El presidente electo pide apoyo social para combatir el crimen
Ante la creciente inseguridad, el presidente electo, Felipe Calderón, demandó ayer el apoyo de toda la sociedad a su gobierno, porque "tendré que tomar medidas y usaré todo el poder del Estado para devolver a la ciudadanía la paz y la tranquilidad que ha perdido".
Explicó que requiere el respaldo de la ciudadanía, porque el combate a la delincuencia implica tomar decisiones difíciles para todos; "porque esto supone un enorme esfuerzo, supone que el gobierno y la sociedad asuman muchos riesgos, destinar mayores cantidades de dinero a fortalecer la seguridad de los ciudadanos y las instituciones encargadas de la materia, revisar los esquemas de impartición de justicia y asumir los costos políticos que implica avanzar en el fortalecimiento de la autoridad y de las instituciones del Estado".
Por otra parte, se manifestó en favor de modernizar las relaciones laborales, luego de comprometerse a actuar con equidad en la conciliación entre empleadores y organizaciones obreras. "Mantendremos un diálogo abierto y permanente con los sindicatos, con la empresa y con todos los sectores productivos", expuso.
Calderón Hinojosa se refirió a estos dos temas al participar en el quinto Foro Laboral Nacional, organizado por la Concamin y la Coparmex, cuyos dirigentes exigieron condiciones para generar inversión y aumentar el nivel de empleo, como estabilidad macroeconómica, precios energéticos competitivos y reglas laborales que impulsen la productividad.
En su discurso, el michoacano resaltó que en los pasados meses la violencia y el crimen organizado han crecido de manera alarmante. "El rostro de México puntualizó no puede ser el rostro cotidiano de ejecuciones y de hechos sangrientos que a final de cuentas quedan impunes. Esto no puede continuar, es el momento de decidirnos como país a poner un límite, pintar una raya y no dejar avanzar más a las bandas criminales."
Añadió que la lucha contra la delincuencia costará tiempo, dinero y muy probablemente vidas humanas, y no tendrá resultados inmediatos. Sin embargo, ésta es una batalla en la que no hay alternativa. "No podemos dejar a nuestro país en manos de la delincuencia. Será una batalla difícil, prolongada, dura, pero la va a ganar la sociedad mexicana", enfatizó.
Calderón Hinojosa expuso que rescatar la seguridad es elemento fundamental para generar condiciones de trabajo y de inversión en el país.
Sobre la situación laboral, dijo que en años recientes se ha difundido la falsa idea de que modernizar las condiciones de trabajo significa una lesión a los derechos de los empleados, "pero nada lesiona más a un trabajador que no tener trabajo; nada perjudica más a una familia que no tener acceso a un ingreso seguro para mantener a los hijos".
Por ello, manifestó que modernizar las relaciones labores y a la vez defender los derechos de los trabajadores no sólo es absolutamente compatible, sino indispensable. Planteó que las leyes y las instituciones nacionales no deben obstaculizar las oportunidades de trabajo y la creación de nuevos empleos no debe ir en demérito de los derechos de los asalariados.
En su largo discurso, se comprometió a respetar la autonomía de los sindicatos, a impulsar una auténtica libertad gremial y consolidar las organizaciones de trabajadores que verdaderamente defiendan y promuevan los intereses y derechos de sus integrantes; que impulsen el cambio y la justicia, y sean conciencia de la sociedad.