Usted está aquí: martes 14 de noviembre de 2006 Ciencias La diabetes podría extinguir a las poblaciones indígenas en un siglo

Características genéticas y malos hábitos en la alimentación, principales factores

La diabetes podría extinguir a las poblaciones indígenas en un siglo

En EU y Canadá, hasta 50% de la población autóctona padece la enfermedad tipo dos

REUTERS

Canberra, 13 de noviembre. La diabetes plantea una amenaza mortal para la población indígena de Asia, el Pacífico y el continente americano, mientras los estilos de vida y las dietas occidentales remplazan sus hábitos tradicionales, advirtieron el lunes expertos.

El profesor Martín Sillink, jefe de la Fundación Internacional para la Diabetes, con sede en Bruselas, dijo que los indígenas tiene mayor riesgo genético de contraer diabetes tipo dos, que es más difícil de diagnosticar.

"También tienen genes que hacen que la diabetes sea más dañina, por lo que están más expuestos a desarrollar las complicaciones serias de la enfermedad", añadió Silink.

Al menos 230 millones de personas (cerca de 6 por ciento de adultos en todo el mundo) padecen diabetes tipo dos, pero el problema es más severo en los países en desarrollo y entre la población indígena, en la cual uno de cada dos adultos desarrollará la enfermedad.

Estos descubrimientos fueron expuestos en un encuentro que se llevó a cabo en Melbourne, en el que participaron expertos de Estados Unidos, Canadá, Australia y las islas del Pacífico.

El anfitrión de la conferencia, el profesor Paul Zimmet, dijo que la diabetes era desconocida en el Pacífico antes de la Segunda Guerra Mundial, pero ahora la región tiene las tasas más altas de la enfermedad y es ahí donde las comunidades indígenas están más expuestas.

Población adulta afectada

En la nación de Naurú, en el Pacífico, la república más pequeña del mundo (tiene una población de apenas 10 mil habitantes), más de 30 por ciento de adultos de más de 20 años tienen diabetes tipo dos. Sin embargo, el número se eleva a la mitad en los adultos de más de 35 años.

Tasas de entre 25 y 50 por ciento se reportan en los pueblos indígenas en Estados Unidos y Canadá, así como entre los aborígenes australianos y los habitantes de las islas del estrecho de Torres. "Es una situación trágica, pero no la damos por perdida", dijo Zimmet.

"El mundo debe actuar ahora si quiere resolver este problema, que amenaza con consumir economías mundiales y llevar sistemas de salud a la bancarrota. También podría representar el fin de nuestros preciados grupos indígenas", agregó Silink.

Silink dijo que cada año se reportan entre 7 y 8 millones de casos nuevos de diabetes en el mundo, y los expertos proyectan que en 2025 más de 250 millones de personas la padecerán.

Informó que la fundación a su cargo gestiona una resolución ante la ONU para que los gobiernos insten a estilos de vida más activos y mejores dietas.

"Cada 10 segundos se produce una muerte por diabetes y cada 30 segundos una amputación relacionada con esta enfermedad. Nos enfrentamos con la mayor epidemia de la historia mundial", señaló por su parte el director del Instituto de Diabetes, Paul Zimmet, en su conferencia dictada en Melbourne sobre la enfermedad en el seno de las poblaciones indígenas.

"Sin acciones urgentes se corre el riesgo de una desaparición importante o de una extinción total de las comunidades indígenas antes de que termine este siglo", declaró.

La epidemia de "diabesidad", contracción de diabetes y obesidad, amenaza a las poblaciones autóctonas de América del Sur y del Norte, Asia, Australia y el Pacífico, precisó.

Estas poblaciones están particularmente expuestas al riesgo de diabetes de tipo dos, causada por la obesidad, producto a su vez del cambio demasiado rápido a los modos de alimentación y de vida de los occidentales.

Educación alimentaria

En los "platos mágicos" de los jardines de niños Tiger-kids, de la región de Baviera, en Alemania, no hay golosinas ni barritas de chocolate. En cambio hay verduras y frutas en la cantidad que los pequeños deseen. Lo mismo rige para las bebidas, de las que se pueden servir cuanto quieran. Hay agua, té sin azúcar y jugos de frutas diluidos.

El proyecto piloto de la Fundación Kindergesundheit (Salud Infantil), que tiene como fin inculcar desde temprana edad buenos hábitos de alimentación, se realiza en 75 jardines de niños y su objetivo es demostrar que el sobrepeso y la obesidad no son un destino irremediable, ni siquiera en los tiempos de las papas fritas, las bebidas de cola y las comidas rápidas.

La Organización Mundial de la Salud entregará premios en distintas categorías a las prácticas preventivas en la lucha contra la obesidad durante una conferencia regional que comienza este miércoles en Estambul.

con información de dpa

 
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