Progama piloto del gobernador Rick Perry
Instan a texanos a vigilar la frontera por Internet
Los ciudadanos reportarán a las autoridades actividades sospechosas
De esa manera "protegen a la patria", dicen
Nueva York, 13 de noviembre. El gobierno del estado de Texas ha inaugurado un sistema de videocámaras conectado a Internet y abierto al público, con la intención de convocar a la participación ciudadana para vigilar la frontera junto con las autoridades y "proteger" así a la patria.
Unas nueve cámaras accesibles al público están operando (previo registro gratuito) en el sitio www.texasborderwatch.com. Las cámaras trasmiten imágenes en vivo de sectores fronterizos, donde en algunas está visible lo que se dice que es el río Bravo; en otras sólo se ven árboles. A un lado del sitio aparece un botón que dice "reporte actividad sospechosa", para que el visitante informe a las autoridades si ve algo "sospechoso".
Cuando La Jornada intentó, en varias ocasiones durante los últimos días, ingresar y observar el sistema, las imágenes se congelaban o no aparecían, o se congelaba todo el sitio. Los encargados informaron que hay problemas técnicos que se están resolviendo.
El sistema forma parte de un programa piloto para la llamada iniciativa de "vigilancia virtual fronteriza" promovida por el gobernador Rick Perry, aliado del presidente George W. Bush. El proyecto considera una inversión total de unos 5 millones de dólares para instalar y operar hasta 70 cámaras a lo largo de zonas remotas, pero de "actividad criminal" en la frontera texana con México. Según informes oficiales, sólo se han instalado un total de 15 hasta la fecha.
Para algunos esto ofrece la oportunidad de convertirse en los llamados minutemen, la organización antimigrante de voluntarios que se dedica a "vigilar la frontera".
El historiador y analista Mike Davis, coautor del libro No One is Illegal (Nadie es ilegal), dice que acaban de crear "vigilantes virtuales" que pueden patrullar la frontera sin tener que sufrir en el calor, aburridos frente a la línea fronteriza, sino que lo harán desde la comodidad de sus casas u oficinas mediante sus pantallas. "La mente se alborota ante las aplicaciones eventuales de esta idea: una versión de democracia participativa de la pesadilla de Orwell con una parte del público reclutado con entusiasmo para espiar a inmigrantes, prisiones, niños o a sus vecinos."
Tal vez el programa se podría poner a funcionar para otros intereses. Por ejemplo, un familiar preocupado podría entrar al sitio para confirmar que su ser querido cruzó bien y a salvo al otro lado al verlo pasar frente a la cámara con una lágrima y un beso de despedida (y tal vez alguna señal sujeta a la imaginación del individuo que llega a la tierra de la libertad de expresión y que desea enviar a las autoridades y sus vigilantes virtuales).