Localizan paquete sospechoso "sin carga explosiva"
Desalojan la representación de la ONU por amenaza de bomba
La representación en México de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recibió ayer por la mañana una llamada en la que se alertaba de la colocación de una bomba, amenaza que motivó el desalojo inmediato del edificio ubicado en la avenida Presidente Mazaryk, en Polanco, así como de una sucursal bancaria y un restaurante adyacentes. Se trató de una falsa alarma.
El telefonema se realizó poco después de las 11 de la mañana. Y aunque según versión de la propia ONU sí se confirmó "la presencia de explosivos'', la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) informó que el "paquete sospechoso" asegurado por elementos del agrupamiento de Fuerza de Tarea en las inmediaciones del organismo, no representaba ningún riesgo para quienes se encontraban en la zona, pues carecía de carga explosiva.
Como resultado del desplazamiento policiaco se localizó una camioneta Chrysler Voyager, color blanco, sólo con la placa trasera, con matrícula 678-YUG del estado de Texas. Del vehículo con vidrios polarizados, expertos en explosivos sacaron un "paquete sospechoso'' que fue colocado en un contenedor y remolcado al campamento de Tláhuac de la policía, para examinarlo.
Se trataba de una caja de pastel en cuyo interior se encontró una granada de fragmentación con la chaveta y el aro colocados, pero sin carga explosiva. También había dos barras de plastilina de 12 centímetros de largo, unidas con un cable al aro de la granada, una batería de cacería, un reloj despertador y dos fusibles con un switch, todo esto sobre una placa de plasticel, cubierta con papel aluminio y algodón.
El encargado de un estacionamiento cercano dijo que casi a las siete de la mañana dos sujetos dejaron el vehículo estacionado en la calle y luego de entregarle 50 pesos, se lo encargaron y le dijeron que más tarde regresarían por él.
Explicó que uno de los tripulantes de ese automotor era un hombre de unos 28 años y el otro tenía más de 50.
En los momentos en que se recibió la llamada, en la sede de la ONU de 14 pisos tenía lugar una conferencia de prensa en la que participaba el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Thierry Lemaresquier, por lo que el acto tuvo que ser suspendido.
Lemaresquier lamentó los hechos y dijo que "es indignante que se tenga que desalojar un edificio por una amenaza de bomba como ésta", y pidió una exhaustiva investigación sobre el hecho.