Isaac Hamui, empresario vinculado a Joaquín Hendriks, dueño de una casa de apuestas
Mexicanos, 80% de jugadores en casinos de la zona libre de Belice
Generan gran interés las máquinas tragamonedas, afirma el viceadministrador de la región
El 20% de los asiduos son amas de casa, señala la Secretaría de Salud de Quintana Roo
Ampliar la imagen Aspecto del Princess Casino, en la zona libre de Belice Foto: Javier Chávez
Chetumal, QR, 9 de noviembre. Ocho de cada 10 jugadores que frecuentan los tres casinos instalados en la zona libre de Belice son mexicanos, principalmente vecinos de esta capital, cuyas opciones de entretenimiento han sido modificadas por las casas de apuestas que operan desde 2003.
El gusto por las apuestas consolidó una próspera industria en el país centroamericano a unos pasos de la frontera de México. Los casinos generan la mayor parte de las fuentes de empleo del distrito de Corozal en el vecino país, afirmó el viceadministrador de la zona libre, Julio Enrique Tzul.
"Antes, la gasolina barata era el gancho, pero desde hace algunos años el atractivo lo representan los tres casinos, y hay otro en puerta que pretende instalar el mexicano Isaac Hamui", destacó.
Una de las casas de juego en operación es el Princess Casino y Golden, que cuenta con instalaciones ubicadas en la entrada de la zona libre. El dueño de este lugar es el empresario turco Sudi Ozcan, quien tiene establecimientos similares en otros puntos de Belice y en islas del Caribe.
Otra casa de apuestas es Las Vegas Casino, que inició operaciones hace cuatro meses, a 200 metros de la aduana de Belice. Su propietario es el estadunidense George Hardie.
El tercer negocio es el barco casino Midnight Gambler (Jugador de medianoche), instalado originalmente en la bahía de Chetumal (a un kilómetro del muelle) y trasladado a la zona centroamericana, en aguas de la zona libre. Su propietario es Isaac Hamui Abadi, empresario mexicano de origen libanés a quien se vinculó con el ex gobernador Joaquín Hendricks.
Hamui Abadi, director general del muelle de cruceros ubicado en la Costa Maya, pretende construir en esta zona un hotel casino a partir del segundo semestre de 2007.
El viceadministrador Tzul sostuvo que 80 por ciento de los jugadores en Belice son mexicanos, principalmente chetumaleños, y el resto beliceños. Admitió que los mexicanos han provocado el auge de los casinos en el norte de Belice, ya que miles de visitantes son atraídos por la novedad de las apuestas con máquinas tragamonedas, así como en mesas de ruleta y baraja.
Como ejemplo de la situación comentó que cada sábado arriba a Belice un promedio de cuatro autobuses procedentes de Mérida, Yucatán, cuyos pasajeros tienen la intención de acudir a las casas de apuestas. Aseguró que los parroquianos también proceden de Tabasco, Veracruz, Distrito Federal, Michoacán, Jalisco y Nuevo León.
La zona libre de Belice fue instalada a fines de 1994 por el gobierno de ese país, como alternativa para resolver los problemas de desempleo en su región norte, limítrofe con Quintana Roo. Actualmente trabajan ahí mil 480 beliceños vecinos del distrito de Corozal, y tan sólo en los tres casinos laboran 800, según el viceadministrador Tzul.
Alarma en Quintana Roo
La Secretaría Estatal de Salud (Sesa) estima que casi 45 por ciento de la población adulta del sur de Quintana Roo (particularmente Chetumal y las localidades de Calderitas, Bacalar y Subteniente López) dice estar en favor de las apuestas.
El sicólogo Héctor Marín López, encargado del área de salud mental de la Sesa, precisó que sólo 30 por ciento de los habitantes tienen solvencia económica para resistir el ritmo de las apuestas, y el 15 por ciento restante deben recurrir a préstamos, atrapados en la ilusión de que la suerte dejará de serles adversa.
Añadió que del total de quienes frecuentan los casinos de Belice, 20 por ciento son amas de casa, entre las que destacan mujeres divorciadas o que tienen conflictos con sus parejas.
Héctor Marín advirtió que la adicción al juego genera ausencia de valores familiares, además de aumento considerable en consumo de alcohol, tabaco y drogas prohibidas, lo que causa la ruina financiera de muchas familias.
Sostuvo que a raíz de la instalación de los casinos, la presencia de casas de empeño aumentó significativamente en la capital del estado, donde hay aproximadamente 150 mil habitantes. Sleiman Tamaor Souad, propietario de montepíos en Chetumal, precisó que en la ciudad operan 23 de estos establecimientos.