Serenarse y tratar de resolver problemas, exigen legisladores al jefe del Ejecutivo
Confirma el Senado negativa de San Lázaro para el viaje presidencial
Ampliar la imagen Pedestal donde será colocada la estatua del presidente Vicente Fox, a un lado de la de Ernesto Zedillo, en la residencia oficial de Los Pinos Foto: José Antonio López
El Senado ratificó ayer la decisión de la Cámara de Diputados de negar el permiso al presidente Vicente Fox para viajar a Australia y Vietnam, luego de un debate en el que la oposición en pleno reprochó al Ejecutivo su aparición en los medios electrónicos "en cadena nacional" para increpar y cuestionar la decisión de un poder soberano, el Legislativo.
A nombre del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Pedro Joaquín Coldwell aseveró que el martes pasado, Fox "abortó" la posibilidad de que el Senado continuara con el proceso legislativo y pudiera rectificar la decisión de los diputados.
El coordinador priísta, Manlio Fabio Beltrones, expresó antes de la sesión que se pudo discutir la conveniencia de aprobar el viaje de Fox a Hanoi, para que asistiera a la reunión del Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y sólo cancelar la visita a Australia, pero el Ejecutivo la liquidó al criticar de manera violenta e incorrecta la determinación que por mayoría se adoptó en San Lázaro.
En tribuna, priístas, perredistas y senadores de Convergencia recomendaron a Fox que se serene y trate de resolver los graves problemas del país en los días que aún le restan a su sexenio, ya que es inaceptable la afirmación de que puede "decir tonterías", tan sólo porque está a punto de concluir su mandato.
Poco pudo hacer Acción Nacional al tratar de defender al Ejecutivo, a quien los opositores acusaron en tribuna de "falta de agallas" para enfrentar los conflictos
y de claudicar en sus responsabilidades.
Al fijar la postura panista, la senadora Adriana Carrillo acusó a los diputados de "secuestrar y poner al presidente Fox como rehén de una cuestión política", pero el perredista Pablo Gómez respondió que el Ejecutivo no fue secuestrado, y sólo se le mantiene en "arraigo" en territorio nacional, según la facultad constitucional del Congreso.
Y cuando el panista Ricardo García Cervantes exigió a los senadores del PRI que explicaran por qué cambiaban el sentido de su voto, si en una primera instancia del proceso aprobaron el viaje, el priísta Jesús Murillo Karam respondió que el propio Fox "se descalificó al sostener que puede decir cualquier tontería, y es obligación de los legisladores evitar que esas tonterías las diga en el extranjero".
Ante el pleno, Joaquín Coldwell resaltó que las preocupaciones de los diputa-
dos que decidieron no avalar esta última gira internacional de Fox son legítimas, dada la situación que se vive en México por el conflicto de Oaxaca, "un presidente electo cuestionado en su legitimidad por la fuerza política que obtuvo el segundo lugar" y los recientes bombazos "que han llenado de incertidumbre a la sociedad".
El priísta resaltó que aunque el Senado como cámara de origen aprobó el viaje de Fox, los nuevos acontecimientos ameritaban revalorar esa gira internacional "de cara a la sociedad". Era una oportunidad, dijo, de mostrarle a los ciudadanos que "este país no se abandona a su suerte".
Recalcó que Fox aceptó la decisión de los ciudadanos en su mensaje televisivo del martes pasado, pero no cumplió con la formalidad legal de retirar su solicitud ante la Cámara de Senadores, ni se los comunicó por los conductos adecuados. "Ni siquiera esa elemental cortesía merecimos quienes sí habíamos obsequiado la autorización del viaje".
Por ello, abundó, y dado que con sus declaraciones el Ejecutivo "abortó" el proceso legislativo faltante, "los senadores del PRI vamos a hacerle caso y a rechazar su petición", y añadió: "ni aún en el ocaso de un gobierno cabe que el jefe de Estado se sienta libre de decir tonterías".
Igualmente, a nombre de la bancada perredista, el senador Graco Ramírez dijo que ratificarían la decisión de oponerse al viaje del presidente votaron en ese sentido cuando el tema se discutió por primera vez en Xicoténcatl y saludó la decisión del PRI en igual sentido, sobre todo luego de la "desmesurada y abusiva" respuesta del Presidente, "quien utilizó recursos públicos para denostar al Legislativo".
Los panistas intentaron que el dictamen se regresara a San Lázaro, con el argumento de que la colegisladora no les remitió las observaciones en que fundamentó modificar el dictamen del Senado, pero el perredista Pablo Gómez les hizo notar que la Constitución no establece tal obligación. El debate se prolongó en torno a este punto, pero al final, por 65 votos a favor y 45 en contra, se aceptó la modificación de la Cámara de Diputados.
"Comuníquese al ciudadano Presidente de la República", ordenó el responsable de la mesa directiva, Francisco Arroyo Vieyra.