El instituto de neurología les "niega la cirugía por ser pacientes" de Rodolfo Ondarza
Enfermos de Parkinson, víctimas de riña del INN con un médico
El galeno debe explicar hoy a la CNDH el caso que llevó a la muerte a Isaac Vidal, a quien recomendó operación, pero el comité de epilepsia del nosocomio determinó que era innecesaria
Durante dos años esperó a que le realizaran la cirugía, la cual era indispensable para que Apolonio lograra controlar sus movimientos, pues el mal de Parkinson que lo afecta desde hace cuatro años lo tenía prácticamente incapacitado para mantenerse de pie, alimentarse y hablar.
Ante las reiteradas negativas que le dieron en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INN) Manuel Velasco Suárez, acudió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde hace una semana le efectuaron la operación estereotáctica y hoy está de pie, come y habla casi sin dificultad.
En la misma situación se encuentran alrededor de 50 enfermos de Parkinson o epilepsia, a quienes el INN también les niega el procedimiento clínico, o simplemente los mantiene en la lista de espera de cirugías, debido a que tienen el "defecto" de ser pacientes del doctor Rodolfo Ondarza Rovira, neurocirujano que desde hace un año está "congelado" y sin permiso para realizar las operaciones.
Ondarza Rovira labora en el INN desde hace 11 años, adonde llegó invitado por el doctor Manuel Velasco Suárez, fundador del instituto, para crear el área de cirugía estereotáctica. Formó parte de los médicos de alto nivel que fueron repatriados por el gobierno de la República, con apoyo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), a mediados de los años 90.
Apolonio Silva Juárez relató a La Jornada cómo a lo largo de dos años esperó infructuosamente a que hubiera una cama disponible para que pudiera ser hospitalizado y operado, hasta que a mediados de este año fue ingresado para una nueva evaluación, de la cual resultó que no era candidato para la cirugía. Según el médico Ulises Rodríguez, el paciente podría continuar con tratamiento farmacológico, y así lo dio de alta.
El 24 de julio de 2006, el órgano interno de control del INN ratificó el dictamen y descartó que hubiese irregularidades en el trato dado a Apolonio Silva, a pesar de que los familiares del enfermo ya habían adquirido el equipo necesario para la cirugía, el cual consta de un sistema de electrodos que el médico especialista debe insertar en el cerebro para llegar al área que debe ser restaurada. Para entonces, Silva Juárez ya no podía caminar ni comer, a causa de la falta de control en el movimiento de sus manos, comentó su esposa, Estela Franco Obregón.
Ante la negativa, el matrimonio adquirió el seguro familiar del IMSS, y hace una semana Apolonio fue intervenido en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, y tiene una recuperación de 70 por ciento. "Tan necesitaba la operación que los médicos del IMSS de inmediato la programaron", comentó Franco Obregón.
Situación similar es la que vive Sergio Mendoza Mondragón, afectado también por el mal de Parkinson y a quien, desde 2004, el doctor Ondarza Rovira le recomendó la realización de la cirugía estereotáctica para lograr su rehabilitación.
Desde entonces está en la lista de espera, y en un par de ocasiones le llamaron del hospital para informarle que sería operado. Mendoza Mondragón se presentó en abril, y después en julio. La primera vez esperó cuatro horas, para luego escuchar que la cirugía no se realizaría por falta de camas. La segunda ingresó al hospital, pero al revisar su expediente el médico de guardia le dijo que "desde abril existe la orden de no operarlo", y nuevamente lo enviaron a su casa.
Lo anterior, a pesar de que es evidente el deterioro de Mendoza Mondragón. Los medicamentos ya no le hacen efecto, y debido a que difícilmente controla sus movimientos se ha caído en dos ocasiones. La doctora que lo atiende recomendó cambiar la terapia, "pero no me tomo esas medicinas, porque me hacen daño", comentó el afectado.
Historias de este tipo se repiten, y se pretende responsabilizar a Ondarza Rovira por la muerte de Isaac Vidal Bobadilla, paciente que sufría epilepsia, por la cual se fracturó las manos dos veces y perdió todas las piezas dentales.
Ondarza determinó que era candidato para cirugía, pero el comité de epilepsia del INN, a cargo de Miguel Angel Celis, negó la autorización -como ha hecho con otros enfermos- para que se efectuara el procedimiento. Por el contrario, Celis le dijo a Isaac que la cirugía podría causarle la muerte.
Le propuso un tratamiento de radiocirugía, y como Isaac rechazó la propuesta, Celis le negó definitivamente la posibilidad de que Ondarza Rovira lo interviniera.
A principios de este año, una crisis de epilepsia provocó la muerte de Isaac. Su familia presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y con base en la misma, las autoridades del INN citaron a Ondarza, hoy al mediodía, para que "explique lo ocurrido".