Clausuró la cuarta Cumbre de Negocios en México, en la ciudad de Monterrey
Asumiré el 1º de diciembre, "podría ser un día muy divertido": Calderón
En materia de energéticos, planteó que deben tomarse "decisiones audaces"
Ampliar la imagen José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y el presidente electo, Felipe Calderón Foto: Archivo/La Jornada
En medio de un discurso sobre su proyecto económico, Felipe Calderón previó que el primero de diciembre, cuando tome posesión como presidente de la República, "será un día divertido", pero advirtió que estará "ahí", en referencia a la ceremonia que tendrá lugar en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
A un mes de su toma de protesta, Calderón tuvo anoche una reunión con Jorge Zermeño, presidente de la mesa directiva de San Lázaro, y Cecilia Romero, responsable de los preparativos de esa fecha, precisamente para afinar los detalles del acto.
En la clausura de la cuarta Cumbre de Negocios en México, efectuada en Nuevo León, se dio tiempo para referirse al reto de Andrés Manuel López Obrador y la coalición Por el Bien de Todos de impedir que asuma la primera magistratura: "Asumiré el día primero de diciembre, de eso tengan la seguridad, ¡podrá ser un día muy divertido!, pero estaré ahí", lo que le ganó el aplauso de los hombres de negocios.
Sin razón aparente, Calderón ofreció este breve mensaje político en una jornada que dedicó a hablar sobre su proyecto de política económica. Primero, ante representantes del sector bursátil, prometió que no dará ni un paso atrás en la preservación de la estabilidad económica y la conducción responsable de las finanzas, y después, con empresarios regiomontanos, planteó que las "reformas estructurales" -término que había dejado de utilizar desde hace varios meses- servirán de poco si no se logra hacer de México un país más seguro.
Frente al gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, ofreció promover la seguridad y un ambiente propicio para la inversión, pero también pidió al sector privado que fije un compromiso con el desarrollo del país.
Acompañado de su coordinador de política económica, Agustín Carstens -quien se perfila como secretario de Hacienda-, acudió a la clausura de la 17 convención anual del Mercado de Valores y pidió a los inversionistas financiar, sobre todo, tres sectores: energético, infraestructura, así como las pequeñas y medianas empresas.
Hizo algunas críticas a la labor de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), al señalar que pese a sus avances la inversión en capital todavía no se consolida conforme al enorme potencial y las necesidades de una economía del tamaño de la mexicana.
Consideró que esta situación se debe a la "limitada bursatilización" de las inversiones de capital. Fue cuando planteó que en su gobierno buscará hacer de la BMV una "bolsa de desarrollo".
De esta manera propuso bursatilizar los proyectos de infraestructura y del sector energético. En este último punto, señaló que deben tomarse "decisiones audaces", que permitan aprovechar el potencial energético en petróleo y gas natural del país.
Se comprometió a garantizar un ambiente propicio para la inversión y el empleo, impulsar la creación y modernización de la infraestructura y promover la competitividad, así como diseñar reglas claras y parejas para todos los actores.
Apuesta por la inversión
Después, en Monterrey, señaló que el desarollo económico del país en los próximos seis años estará determinado "por la inversión pública y la inversión privada, la inversión nacional y la inversión no nacional".
Ante más de 500 empresarios de compañías trasnacionales y representantes de organismos financieros internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, reunidos en el Centro Internacional de Negocios, en esta ciudad, el panista asumió las "propuestas y planteamientos" que durante tres días definieron aquí los hombres de negocios.
Entre los nuevos compromisos de Felipe Calderón, con el capital nacional y extranjero, está alentar la inversión, mediante mecanismos que incluyan la "reducción de costos" a las empresas e industrias que se establezcan y las que ya existen.
Ayudar a los empresarios a "reducir sus costos de producción; reducir sus costos asociados a los costos tributarios", pues, dijo, "tenemos impuestos más altos en relación con otras economías emergentes que están creciendo mucho más rápido"; también buscar reducir, indicó, "los costos energéticos altos, es decir, vivimos la paradoja de tener enormes recursos en hidrocarburos, pero al mismo tiempo tener costos energéticos que sacan de competencia a muchas de las empresas en México" y, entre otros, reducir o eliminar los "costos regulatorios que entorpecen el camino del país".
En la "conferencia magistral" con la que clausuró la cuarta Cumbre de Negocios en México: Orientaciones para la siguiente fase, se propuso además, ante los barones del dinero, convertir a México en "el mejor destino de inversión en el mundo".