El presidente boliviano dará hoy una "sorpresa"
Rechazo de mineros al decreto de nacionalización del sector
La Paz, 30 de octubre. En la víspera de que se conozca en qué consiste la nacionalización de la minería -el presidente Evo Morales anticipó que será una "sorpresa" este 31 de octubre-, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), que agrupa a unos 60 mil trabajadores del sector, se declaró en "emergencia" con un rotundo rechazo a esa medida y protestó con una marcha en la que participaron alrededor de dos mil personas en la localidad de Potosí.
En tanto, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) suspendió actividades en las minas desde el pasado viernes y se declaró "en vigilia", pero su dirigente, Alfredo Aguilar, aclaró en entrevista con La Jornada que los trabajadores asalariados están "parapetados en sus fuentes de trabajo", a la expectativa. "No rechazamos la nacionalización, sino que sea responsable y sincera, porque en los hidrocarburos el gobierno no ha nacionalizado nada", aseveró.
También en emergencia, e inclusive armados para "defender sus centros de trabajo", están los mineros de la empresa Sinchi Wayra, según reportó Radio Pío XII de Oruro.
La semana pasada, el presidente Morales Ayma señaló que la refundación de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) tendría su base en la recuperación de las minas del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, a quien echó del poder, en octubre de 2003, una insurrección popular.
Teodoro Aspe, dirigente sindical de la mina Porco, de Sinchi Wayra, filial de la transnacional suiza Glencore (que adquirió de Sánchez de Lozada las minas Porco, Colquiri y Bolívar, además de la metalúrgica de Vinto, con una inversión de unos 290 millones de dólares), manifestó que "el Estado no tiene dinero para proyectos de la magnitud que requiere el país" y que "si el gobierno pudiera garantizar" la seguridad del trabajo, ellos no se opondrían a la nacionalización.
"Estas son ex minas del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, nosotros no tenemos la culpa, nosotros somos ciudadanos bolivianos... ya no es del ex presidente, es de Glencore", subrayó el dirigente minero.
En relación con esa empresa, el encargado de negocios de la embajada de Suiza en este país, Jacques Gremaud, manifestó su esperanza de que se llegue a una solución negociada entre directivos de la empresa Glencore y representantes del gobierno boliviano, y advirtió de la falta de capacidad económica de la administración nacional para indemnizar o compensar ese tipo de operaciones, según publicó el sitio en Internet SwissInfo.