Canta un árbol en flama

Escribió el poeta Vinicius de Moraes el 3 de diciembre de 1965: ''Maria Bethania canta con la libertad de las aves a la distancia y en el cielo, pero sin perder su intimidad fundamental de comunicar". También formula: ''canta como un árbol joven, en flamas con el sonido de la madera craquelante que se diluye en el cielo... es la cópula entre el cielo y la tierra, el maridaje entre lo terreno y lo infinito".

Habla de su timbre prodigioso, de los componentes humanos de este prodigio de amor y de poesía. Y todo esto lo puede constatar cualquier mortal en cualquiera de los muchos álbumes de Maria Bethania, algunos de los más recientes de los cuales aparecen en los anaqueles de novedades discográficas en México y entre ellos aparece el álbum doble titulado Maria Bethania. Maricotinha ao vivo (ans records) que recoge uno de los muchos conciertos memorables de esta gran maestra, el realizado en Sao Paulo en diciembre de 2001 y recoge canciones magistrales y recitados de prosa poética como el del track 14: Eu quero ser posseída por vocé, que funge como recitativo cuasi operístico y enlace con la siguiente pieza: Seu feito de amar y por supuesto que también incluye la canción que da título a los dos discos y así suceden 24 obras maestras en el arropamiento de poesía amorosa que arroja el timbre único en el planeta que posee la maestresérrima Bethania, un timbre, un tono, una atmósfera, una manera de decir el mundo que parece siempre la primera vez que está siendo, el mundo, concebido, formulado, puesto en palabras, en vida, en música, en sonidos, en silencios.

Puesto en carne y sangre y huesos y entendederas.