Usted está aquí: sábado 21 de octubre de 2006 Cultura Estreno mundial de Breathing music, de María Granillo, por la OFCM

La obra se inspiró en los diferentes ritmos que tiene la respiración, asegura la autora

Estreno mundial de Breathing music, de María Granillo, por la OFCM

La presentación será hoy en la sala Ollin Yoliztli, bajo la dirección de Gabriela Díaz

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen María Granillo, la compositora de Breathing music Foto: Carlos Ramos Mamahua

Hoy, en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) hará el estreno mundial de una nueva obra de la compositora mexicana María Granillo, Breathing music (Música para respirar, Música que respira o Respirando música), con Gabriela Díaz Alatriste como directora invitada.

Con una duración aproximada de 13 minutos, la obra de Granillo surge del contacto que la autora tuvo con el yoga y el pranayama, cuya práctica tiene como uno de sus elementos primordiales el control de la respiración.

La idea le vino al escuchar el sonido de la respiración de un grupo de gente durante una sesión: "Sabemos que la respiración fluctúa o se modifica de acuerdo con nuestras emociones y con nuestro estado físico; conforme varía esto, varia la respiración. Entonces traté de representar musicalmente esta modificación gradual.

"Las cualidades de la respiración me sirvieron como modelos para generar distintos tipos de procesos musicales. Me basé en el hecho de que es cíclica y repetitiva para generar distintos ciclos musicales".

Al mismo tiempo, las variaciones respiratorias en la obra se traducen en "transformaciones graduales de la música. Los distintos elementos musicales -melodía, ritmo, armonía- a veces tienen un papel estático, de repetición, y a veces uno mutable. La macroestructura de la pieza es como una gran respiración hecha de distintos tipos, por eso digo que es un ciclo de ciclos".

De ese modo, sostiene la autora, "la principal característica de Breathing music es el establecimiento de gestos musicales que semejan inhalaciones y exhalaciones, que se transforman gradualmente, dando lugar a nuevos gestos respiratorios y reflejando en este proceso distintos tipos de movimiento y de emoción, a la manera de un organismo vivo".

María Granillo es autora, entre otras obras, de Concierto para flauta de pico (2004), Misterios (con textos de Rosario Castellanos, 2004), Glimpse (para guitarra y orquesta, 2005), Danza cubista y Cuatro canciones para niños (ambas de 2006). Considera que Breathing music (concluida a principios de este años) es "quizá mi trabajo más orgánicamente constituido".

Para ella, "esta obra es muy importante, porque fue producto de un trabajo muy largo al generar el concepto de la obra".

A pregunta expresa, Granillo sostiene que no le toca ella decir si ya ha logrado un sonido propio, distintivo, pero reflexiona: "Siento que hay elementos en mi obra que aparecen de distintas maneras, una y otra vez. Eso nos pasa a casi todos los compositores. En la medida que un compositor es honesto con sus necesidades expresivas, en la medida en que uno trata de ser lo más fiel posible a uno mismo, hay más posibilidades de generar una voz individual.

"Ha sido siempre una de mis objetivos como compositora, tratar de hacer música que me guste, independientemente de las modas y tendencias predominantes."

Gabriela Díaz Alatriste expresa, por su parte, el gusto que le significa estrenar la nueva obra de Granillo: "No había tenido oportunidad de estrenar una pieza de ella; esta es muy bella, muy interesante por la manera en que maneja la orquesta y por los colores que obtiene".

La obra "posee un lenguaje nuevo, pero trabajado con elementos tradicionales; en una forma moderna con base en la tradición musical del siglo XIX".

Además de Breathing music, el programa que interpretará la OFCM -cuyo titular es Enrique Barrios- el sábado (y que repetirá el domingo), incluye las piezas que Tchaikovsky y Prokofiev escribieron, cada uno en su momento, inspirados en Romeo y Julieta, la tragedia amorosa de Shakespeare.

Son dos versiones contrastadas, pertenecientes a épocas distintas, obviamente diferentes pero -explica Díaz Alatriste- con un punto en común: la intensidad y la visceralidad con que ambas se aproximan a los temas: el amor, el odio y la muerte.

 
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