Usted está aquí: sábado 21 de octubre de 2006 Ciencias Aumentan nacimientos de pandas en China, gracias a videos porno

Sus cuidadores les muestran grabaciones de apareamientos para despertar sus instintos

Aumentan nacimientos de pandas en China, gracias a videos porno

Otras técnicas, como pruebas con ADN en individuos libres, lograron elevar su número de mil 590 a 3 mil

CLIFFORD COONAN THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen La cacería y las deficiencias reproductivas de los pandas los sitúan en la lista de especies en peligro. Arriba, crías en un refugio de la provincia Sechuán, China Foto: Ap

La política de "un solo hijo" no afecta gran cosa a las tiernas criaturas blanquinegras que son el símbolo nacional de China. En criaderos de todo el país, los pandas gigantes -que se cuentan entre los animales con la tasa de reproducción natural más baja- viven un baby boom. Este año se ha registrado un número récord de nacimientos de pandas gigantes en cautiverio, gracias al avance en las técnicas de inseminación artificial y otros métodos naturales, como la "educación sexual".

El Centro de Protección e Investigación del Panda Gigante de Wolong, provincia de Sechuán, en el suroeste de China, es hogar de muchos de estos bebés. Con el nacimiento de gemelos a mediados de septiembre la cifra de pandas gigantes criados en cautiverio llegó este año a 27, de los cuales sobreviven 26. La mayoría han nacido en China, pero otros vinieron al mundo en otros países, entre ellos uno en un zoológico de Atlanta, Estados Unidos.

Tratándose de pandas, es toda una legión de nuevas mamás. El mes pasado, You-You, de ocho años de edad, dio a luz a una hembra de 158.5 gramos y a un macho de 160 gramos en el centro Wolong. Cinco días antes de ese parto, Ya-Ya, de cinco años, tuvo también dos cachorros en la cercana ciudad de Chonking, pero por desgracia aplastó a uno mientras dormía, situación que suele ocurrir cuando nacen gemelos. El sobreviviente fue enviado a Wolong.

Este año, Guoguo parió por segunda ocasión. Su cría, un saludable macho, nació "de cola", pesó 181 gramos y se convirtió en el bebé panda número 17 del centro Wolong. Guoguo entró en celo en abril, se apareó con dos machos, Qingqing y Lulu, y dio a luz al cabo de sólo 97 días; por lo regular la preñez de los pandas dura alrededor de 160.

De las especies más amenazadas

Los especialistas tenían informes de que sólo quedaban mil 590 pandas gigantes silvestres en China, pero en junio, luego de que científicos británicos y chinos realizaron un estudio conjunto en el cual se utilizó un nuevo método para obtener ADN a partir de las heces de pandas silvestres, la cifra se ubicó en 3 mil individuos, a los que se sumarían los 180 que viven en los cinco principales centros de reproducción de pandas gigantes en China. Sin embargo, sigue siendo una de las especies más amenazadas del planeta.

Wolong encabeza los esfuerzos por evitar que se extinga. Buena parte de su éxito se debe a que ha logrado entender mejor la forma en que viven y se aparean los pandas, especie que tiene notorias dificultades para reproducirse.

"Como resultado de nuestras investigaciones, el éxito de la inseminación artificial y la supervivencia de los bebés se han incrementado considerablemente", señala Zhang Hemin, director del Centro de Protección e Investigación de Wolong, quien se manifiesta optimista acerca del futuro de los pandas. "La población crece muy rápido y confiamos en que la especie sobrevivirá. El hecho de que tengamos 180 pandas en cautiverio muestra que hemos logrado resolver el problema del apareamiento. Esperamos tener 300 muy pronto", añadió.

"Queremos reincorporar 20 o 30 pandas a la naturaleza cada año para tratar de mejorar su ADN. Si deseamos tener una población autosuficiente necesitamos más individuos, porque hace falta una diversidad genética relativamente amplia", señaló Zhang.

El director del Comité Técnico de Reproducción del Panda Gigante en China, Zhang Zhihe, informó que en la primavera de este año se inseminó a más de 30 hembras en el Centro Wolong, la Base de Investigación Reproductiva del Panda Gigante en Chengdu y otras instituciones chinas.

En el papel, los pandas parecen sus propios enemigos; a veces da la impresión de que están genéticamente programados para extinguirse, pues tienen una tasa reproductiva extremadamente baja y son solitarios la mayor parte del año, excepto durante la temporada de apareamiento, que comienza en marzo y dura sólo tres meses.

Los pandas machos no son precisamente Casanovas; muestran una crónica falta de impulso sexual: más de 60 por ciento de los machos en cautiverio carecen de él, y sólo una décima parte se aparea de manera espontánea. Por si fuera poco, a las hembras les gusta hacerse del rogar. La hembra es fértil únicamente durante unos días al año, periodo en el cual emite un sonido característico y sus órganos sexuales se tornan rojos y luego blancos. Por lo regular tienen un solo cachorro, que al nacer pesa más o menos lo mismo que una manzana. Cuando nacen gemelos, es común que la madre abandone o aplaste a uno durante el sueño, ya que no está preparada para hacerse cargo de ambos.

Primeros avances

En 1980 se registró un gran avance en el programa para apoyar la reproducción de los pandas, cuando los científicos descubrieron cómo congelar el esperma en hidrógeno líquido. Los métodos "naturales" para lograr que los pandas se reproduzcan parecen chistosos, pero funcionan; tal es el caso de los videos de educación sexual, a los que en broma se les llama "porno-panda".

En un intento por despertar sus instintos, cuando alcanzan la madurez el centro comienza a darles clases de educación sexual, que consisten en mostrarles videos de pandas apareándose. El programa ha tenido un éxito razonable; algunos investigadores dicen que los pandas permanecen pegados a la pantalla y que ha habido un ligero incremento en la tasa de nacimientos.

Y luego está el asunto de la dieta: lo que comen es difícil de asimilar, pues tienen un sistema digestivo muy ineficiente. Oficialmente los pandas se clasifican como carnívoros, pero 99 por ciento de lo que comen no es carne. Vegetarianos o no, ingieren grandes cantidades de alimento (hasta 25 kilos diarios) y el bambú constituye 95 por ciento de su dieta; pasan 12 horas diarias comiendo brotes de bambú, hojas y tallos.

Al decidirse por el bambú, del cual existen 300 variedades en China, el panda eligió un alimento conflictivo, pues florece y muere cada 20 o 40 años, y al finalizar cada ciclo los animales tienen que cambiar de área de alimentación. No es tarea fácil, porque la naturaleza pierde terreno ante la acelerada industrialización de China y los pandas pueden pasar hambre mientras tratan de localizar una nueva área de bambú.

A pesar de esas deficiencias reproductivas y digestivas, el hombre ha sido el factor determinante en la disminución de la población de pandas gigantes. China necesita recursos naturales para sostener el auge de su crecimiento económico, lo cual ha incidido en la reducción de las áreas donde crece el bambú.

Antes la cacería era el principal problema de los pandas, aunque ahora está prohibida por leyes que se aplican con rigor. El gobierno chino ha establecido numerosas reservas naturales en el suroeste de China para protegerlos, y una de las razones del reciente crecimiento de la población es que el Estado ha convertido grandes extensiones de su hábitat en reservas donde la cacería furtiva y el cultivo de tierras están prohibidos. También hay planes de expandir los "corredores de bambú", franjas de tierra intocadas a través de las cuales los animales pueden trasladarse de montaña a montaña. Quizá las cifras más recientes sean prueba de que estas medidas dan resultado, aunque los conservacionistas advierten que el futuro de los pandas continúa en entredicho.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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