Usted está aquí: sábado 21 de octubre de 2006 Capital Cae la venta de lechuga y espinaca en la Central de Abasto: productores

La alerta emitida contra las hortalizas provenientes de EU, la causa, señalan

Cae la venta de lechuga y espinaca en la Central de Abasto: productores

Emprenden autoridades capitalinas campaña para promover los vegetales del país

ALEJANDRO CRUZ FLORES

Ampliar la imagen Gran cantidad de espinaca se queda en las bodegas después de que el gobierno federal prohibió el ingreso al país del producto proveniente de Estados Unidos, por estar contaminado con bacterias Foto: Carlos Ramos Mamahua

Ante la confusión que ha generado el anuncio del gobierno federal de no consumir lechugas y espinacas empaquetadas en Estados Unidos, por estar contaminadas con la bacteria E. Coli, las ventas de estas hortalizas en la Central de Abasto han caído en más de 50 por ciento, señalaron productores afectados y funcionarios de ese mercado mayorista.

"Yo llego a las ocho de la noche y por lo regular a las seis de la mañana ya había terminado de vender todas mis espinacas, pero desde que salió eso de la contaminación, ahora me voy a la una de la tarde y sin terminar toda mi mercancía", se quejó el productor Gregorio Reyes López.

Aunado a esto, la sobreoferta de espinaca provoca que se tenga que comercializar a cinco pesos el manojo de aproximadamente cuatro kilos, cuando el precio ideal para recuperar la inversión sería de 25 pesos. "Llevamos 10 años vendiéndola al mismo precio", afirmó.

Explicó que este año invirtió 50 mil pesos en el cultivo de este vegetal en las dos hectáreas de tierra que posee, ya que los insumos necesarios, como los fertilizantes, son demasiado caros. "La verdad es que no me sale, ahora estoy endeudado con 3 mil pesos, y lo más seguro es que tenga que vender los tres marranitos que tengo", se lamenta Gregorio.

Esta situación no sólo afecta a los productores, sino también a las personas que contratan para formar los manojos, pues se ven en la necesidad de prescindir de ayudantes. "Yo tenía 10 trabajadores, pero no me alcanza para pagarles a todos, por lo que tuve que despedir a cuatro", afirma.

En un recorrido por la zona de flores y hortalizas de la Central de Abasto, se pudo constatar que había gran cantidad de espinaca que no se pudo vender, a pesar de que la venta de la misma se inicia por la noche; sus compradores son restauranteros, tiendas de autoservicio, comerciantes de tianguis y mercados públicos, así como amas de casa.

Las hortalizas mexicanas son "frescas y de calidad", afirman autoridades

Por este motivo, la Central de Abasto y el Gobierno del Distrito Federal iniciaron una campaña de difusión con el propósito de exhortar a los consumidores a adquirir hortalizas mexicanas, en específico lechuga y espinaca, pues no representan ningún riesgo para la salud; "no están contaminadas, son frescas y de calidad", aseguró Francisco González Gómez, director de este mercado mayorista.

Señaló que en el caso de la espinaca, la disposición de la Secretaría de Salud federal establece solamente la prohibición del ingreso de este vegetal envasado en Estados Unidos, con el propósito de salvaguardar la salud de la población.

"Es muy importante que los consumidores estén conscientes de que las hortalizas que se producen en México son ricas en vitaminas y minerales, y que están totalmente libres de toda contaminación", sostuvo el funcionario.

En el caso de la lechuga, la Administración para Alimentos y Medicamentos del país del norte informó a las autoridades mexicanas que luego de los estudios correspondientes se concluyó que dicho vegetal no contiene la bacteria E. Coli, por lo que las secretarías de Salud y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación determinaron reabrir la frontera a su importación.

Diariamente, a la Central de Abasto llegan alrededor de 25 camionetas de tres y media toneladas con espinacas. En condiciones normales se comercializan entre 30 y 50 toneladas del vegetal, el cual proviene de regiones de Puebla y Tlaxcala, donde es regado con agua de manantial, lo que garantiza su sanidad.

También todos días, alrededor de 500 productores de lechuga de los estados de Hidalgo, Puebla y México acuden a este mercado para vender esta hortaliza en sus diferentes variedades: romana, orejona, lechugilla, francesa, italiana y sangría; normalmente se venden entre 250 y 300 toneladas, pero actualmente es común ver bodegas llenas del vegetal que no pudo ser comercializado.

 
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