Decisión del Senado divide a diputados
Ayer se profundizaron las diferencias entre los diputados sobre el conflicto en Oaxaca: el presidente de la mesa directiva, Jorge Zermeño, del PAN, consideró necesario que el gobernador Ulises Ruiz solicite licencia, mientras el priísmo endureció su postura y advirtió que de persistir la línea gubernamental de hacer a un lado al gobernante estatal, el PRI se radicalizaría.
El priísta Samuel Aguilar aseveró que en Oaxaca persiste sobrepolitización y exigió a la administración de Vicente Fox que deje de actuar con omisión, porque es necesario "el envío de la fuerza pública para la recuperación del libre tránsito. Que no se le olvide al gobierno federal y a su partido, el PAN, que si insisten en la solicitud de licencia del gobernador Ruiz, nuestro partido se radicalizará, porque ellos romperían con el orden constitucional y observaríamos una crisis, como nunca, el primero de diciembre".
Por otra parte, el secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, consideró lamentable que "Ulises Ruiz tenga de rodillas y secuestrados" a la Presidencia de la República y al PAN. Señaló que al no declararse la desaparición de poderes por el Senado, "podemos llegar a una tragedia en Oaxaca si se decide el uso de la fuerza pública".
Respecto de la solicitud de los priístas para que el gobierno federal utilice la fuerza pública, Acosta manifestó que no es prudente la participación del Ejército Mexicano, pues la institución está para salvaguardar la soberanía nacional, no para intervenir en acciones de orden político, y llamó al gobierno federal para que "no se preste a servir de represor".
En tanto, el vocero presidencial, Rubén Aguilar, en su conferencia matutina, insistió en que "el gobierno de la República habrá de resolver el problema antes de que acabe esta gestión", y dijo: "lamentamos cualquier muerte de cualquier mexicano", al referirse al maestro asesinado ayer. Agregó que las valoraciones sobre la situación de Oaxaca están a cargo de la Secretaría de Gobernación.
Las dirigencias de PT y Convergencia criticaron el dictamen de la Comisión de Gobernación del Senado, que fue apoyado por el PAN, PRI y PVEM, en el cual se indica que no procede declarar la desaparición de poderes en Oaxaca.
José Narro, del PT, consideró lamentable la determinación del Senado, porque "hay suficientes elementos que indican una situación de ingobernabilidad y un vacío de poder del gobernador en el estado que obliga a su dimisión".
Pedro Jímenez León, de Convergencia, refirió que en Oaxaca quedó demostrado que "las instituciones no funcionan, pero es lamentable que los senadores de PRI y PAN, más que pensar en los intereses de la sociedad, obedezcan a intereses de los cuadros políticos de sus partidos".
En la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño consideró que si Ulises Ruiz pide licencia "puede ser una buena medida que ayude a distender el problema; que se busque un gobernador que venga a conformar un clima mayor de unidad; por supuesto, debería ser del PRI".
El vicecordinador de los diputados del PRD insistió en la salida de Ruiz. El problema en el PRI es la complicidad, y lo grave es que asustó al PAN y lo ha llevado a no reconocer la desaparición de poderes.