Usted está aquí: lunes 16 de octubre de 2006 Política Asamblea ciudadana en defensa del Estado laico

Respeto al artículo tercero constitucional, exigen

Asamblea ciudadana en defensa del Estado laico

La intervención del clero, regresiva y oscurantista, afirman

MARIANA NORANDI

Ampliar la imagen Integrantes de la agrupación Flor y Canto participaron en la asamblea ciudadana de resistencia civil pacífica, en defensa del Estado laico y de Andrés Manuel López Obrador, y se manifestaron contra la creciente intervención eclesiástica en política nacional Foto: Cristina Rodríguez

La mañana de ayer se llevó a cabo, en el monumento al Angel de la Independencia, la tercera asamblea ciudadana en resistencia civil pacífica, en la cual se defendió el Estado laico y se abogó por el respeto al artículo tercero constitucional que otorga el derecho a una educación laica y gratuita. "La creciente intervención de los jerarcas eclesiásticos en la política nacional ha resultado regresiva, oscurantista y altamente perjudicial. La sociedad debe ser educada en la tolerancia, la pluralidad y el respeto, por lo que se hará llegar al presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, una solicitud que plantee la necesidad de restaurar las condiciones de laicidad en el país".

La asamblea de ciudadanos, que se realiza todos los domingos a las nueve de la mañana en ese punto capitalino, tiene como objetivo el análisis de las reformas políticas que requiere el país para una transformación integral.

En esta ocasión contó con las participaciones de Gabriela Rodríguez, directora de la asociación civil Afluentes; Eduardo del Castillo, coordinador del Frente de cultura laica, y Armando Quintero, ex titular de la delegación Iztacalco del Distrito Federal.

Al acto, el cual se desarrolló bajo un intenso sol, acudieron unas 150 personas y estuvo convocado por las organizaciones Flor y Canto, Gran Logia Masónica Independencia No. 2, y la Red Alternativa por una Nueva Cultura Política.

Ante consignas de fondo como "¡El 20 de noviembre, tenemos presidente!", o "¡No pasarán!", los ponentes ampliaron el concepto de laicidad, de religioso a tolerancia y respeto a minorías sexuales, sociales o étnicas, y defendieron la importancia del debate popular como medio para lograr un avance de la izquierda en la sociedad mexicana.

Gabriela Rodríguez calificó a los jerarcas de la Iglesia católica de "hipócritas", y recordó el caso del cardenal Norberto Rivera, quien fue acusado "de encubrir a pederastas, cuando se la pasa hablando de moralidad y buenos modales". La también articulista de prensa dijo que "la Iglesia y la derecha quieren imponer una forma muy especial de ver el catolicismo. El 73 por ciento de las mujeres mexicanas utilizan anticonceptivos prohibidos por la Iglesia; una quinta parte de la mujeres ha abortado, 80 por ciento de los jóvenes utiliza condones y, sin embargo, 88 por ciento de los mexicanos dice ser guadalupano".

Por su parte, Eduardo del Castillo dijo que todos somos minoría en algún aspecto de la vida, por tanto un nuevo Estado de izquierdas debe defender a ultranza el derecho a la diversidad. "Lo que está detrás de la exclusión que hacen ciertos grupos de poder es el control de la población, la cual encubre intereses económicos", precisó.

A su vez, Armando Quintero se opuso rotundamente a la pérdida de laicidad en los libros de texto.

 
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