Es evidente la violación de sus derechos humanos, denuncian trabajadores
Enfermos mentales, conejillos de indias en SLP
En la clínica psiquiátrica Doctor Everardo Neumann de San Luis Potosí, se realizan supuestos protocolos de investigación -que carecen de la autorización y supervisión de los servicios de salud del estado-, a través de los cuales se administra a los internos medicamentos de alto costo "para averiguar si su uso genera efectos colaterales o si pudieran tener otros usos terapéuticos".
Arturo Hernández Tenorio, secretario general de la sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud aseguró que esta situación se registra desde marzo de 2005 y desde entonces los empleados del nosocomio hicieron la denuncia. Sin embargo, ninguna autoridad, ni siquiera el secretario de Salud del estado, Fernando Toranzo Fernández, ha intervenido.
Además de que el aparente estudio se lleva a cabo sin la aprobación de las autoridades, resulta que ni los pacientes ni sus familiares han sido informados al respecto. Pero algunas veces han tenido que sufragar el costo de los fármacos.
En reiteradas ocasiones, los trabajadores han solicitado información sobre el mencionado protocolo, "porque si algo pasa con los pacientes seremos los primeros responsables" y porque es "evidente la violación de los derechos humanos" de los enfermos, señaló Hernández Tenorio.
Aseguró que debido a que se ha privilegiado el uso de medicamentos de alto costo, el año pasado caducaron en el almacén de la clínica 35 kilogramos de medicinas convencionales, entre las que se encontraban también algunas vacunas contra sarampión y rubéola.
En entrevista, durante el Encuentro sobre Estrategias de Atención en Salud Mental, en el que participaron representantes de diversos países, quienes expusieron sus experiencias en la materia, Hernández Tenorio comentó que lejos de manifestar algún interés por la situación de la clínica siquiátrica, el secretario de Salud estatal dijo el pasado mes de agosto que el nosocomio no es un organismo desconcentrado, por lo que no está bajo su responsabilidad.
Desde su fundación en 1970, la clínica siquiátrica jamás ha tenido algún servicio de mantenimiento, por lo que sus instalaciones se encuentran en una situación deplorable, con servicios sanitarios que no funcionan, cristales rotos e inmobiliario viejo, entre otras irregularidades.
Además, aseguró el dirigente sindical, la falta de interés de las autoridades ha originado situaciones de riesgo para los pacientes y los empleados. Mencionó que en diciembre de 2005 se reportó el suicidio de Roberto Rosas Granados, un joven que padecía esquizofrenia y se encontraba internado en el hospital. En teoría, dijo, esto no debería ocurrir porque se supone que al estar hospitalizados, los pacientes se encuentran bajo la estricta supervisión de médicos especialistas. No obstante, hasta la fecha ninguna explicación se ha dado.
Los inconformes señalan como principales responsables de las anomalías en la clínica a la directora Elvia del Carmen Echeverría, y al ex jefe del servicio de Esquizofrenia, Amado Nieto Caraveo.
A pesar de que Nieto Caraveo ya no es empleado de la clínica, todavía expide recetas de la institución, denunció Hernández Tenorio, al tiempo que mostró una copia del documento.
De estos hechos apenas tomó conocimiento Virginia González Torres, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental de la Secretaría de Salud federal, quien se comprometió a, de inmediato, verificar el cumplimiento de la normatividad en materia de servicios siquiátricos en San Luis Potosí.