"El vino kosher, a la altura de los demás"
Ramat Raziel, Israel, 4 de octubre. No es fácil ser productor de vino en Israel. Los viñedos israelíes, que disputan el espacio en los estantes de las casas con famosos productos extranjeros, creen que merecen un lugar junto a las botellas de primera categoría de otros productores mundiales.
"No escondemos el hecho que hacemos vino kosher", dijo Víctor Schenfeld, jefe vinicultor de la bodega Golan Heights. "Lo que queremos es que los vinos israelíes estén en las licorerías de Estados Unidos junto a los de Chile, Argentina y Australia, no en el fondo, junto a los baños", agregó.
Actitud hacia el vino
El sello kosher significa que el vino ha cumplido estrictos estándares rabínicos de producción. Hasta hace poco también era sinónimo de vinos sacramentales y dulces, que la mayoría de los consumidores prefieren ignorar.
Esa actitud está cambiando, y las exportaciones vitivinícolas a Estados Unidos alcanzaron 238 por ciento entre 2001 y 2005 a 7.6 millones de dólares, según las cifras de la Oficina de Censos de Estados Unidos.
El gobierno israelí anunció en junio sus planes de elevar esa cifra anual a 15 millones de dólares en los próximos tres años, mediante una campaña de publicidad. Francia, Gran Bretaña, Alemania y Canadá también han desarrollado un gusto por los vinos israelíes.
La bodega Golan Heights sembró sus primeros viñedos en 1976 y contrató a Schoenfeld, un egresado del programa Davis de viticultura de la Universidad de California, en 1992.
El ha reproducido la experiencia de las bodegas de California, tanto en cata como en tecnología. Sus 600 hectáreas de viñedos se extienden por las Alturas del Golán, en altitudes que van desde los 366 a los mil 200 metros sobre el nivel del mar, y sus buenos vinos han capturado cerca de 40 por ciento del mercado israelí de exportación.
Reuters