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Ignora Bush las súplicas del sumiso gobierno mexicano
Apura, con el aval del Congreso estadunidense, la construcción de un nuevo muro
Ampliar la imagen Un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos revisa la documentaci�n de un automovilista mexicano en el cruce de la Mesa de Otay, California FOTO AP Photo/ Sandy Huffaker
Al grito de "pégame, insúltame, humíllame, pero no me dejes", el sumiso gobierno foxista implora al vecino del norte que por favorcito reconsidere su política antimigratoria -kilométrico muro de "contención" incluido-, porque "lastimará" la relación bilateral.
Mientras se escuchan las súplicas, George W. Bush (el "gran aliado", el "buen amigo" de Vicente Fox -según él mismo-, al que el gobierno mexicano le ha solicitado vetar el presupuesto para el nuevo plan antinmigrante) y el Congreso estadunidense autorizan los dineros, apuran la construcción de un nuevo muro y agilizan la llegada de tropas de la Guardia Nacional para que le cuiden la frontera con el traspatio, suponiendo que con ello frenarán la inmigración indocumentada.
Eso le pasa al sumiso inquilino de Los Pinos por anticiparse a los hechos, presumir logros inexistentes, celebrar avances irreales, elogiar acuerdos de saliva y corear "avances concretos" con el gobierno de Estados Unidos, que en realidad siempre apuntó hacia el mismo objetivo: "¡¡¡tengan su enchilada completa!!!"
Rapidito y sin chistar, el gobierno foxista cedió todo, aceptó todo, se agachó ante todo (excepto, en un principio, en el asunto Irak). Firmó lo que le pusieron enfrente, operó contra los intereses nacionales, vilipendió las históricas relaciones con Latinoamérica y se habilitó como servil guarura del presidente Bush, entre otras muchas actitudes que lo denigraron, siempre con la idea de que su sometimiento rendiría frutos.
Y sí, allí está el resultado. Después de todo eso, de por sí deshonroso, el gobierno del "amigo", del "gran aliado" del "cambio", le dio un puntapié en el trasero -como lo comentó un legislador-, por mucho que el supuesto canciller mexicano asegure que "no nos equivocamos" en el análisis y la estrategia, y que el gobierno mexicano "es líder en América Latina, y no debe existir duda" de ello. Desde luego que no existe duda: el gobierno foxista fracasó, se denigró y se va con las manos vacías, pero la mochila llena de discursos en el asunto migratorio.
Como recordar es vivir, van algunas cápsulas sobre el "análisis" y la "estrategia" que nunca fue equivocada, como asegura Derbez: "¿a qué vamos a estar siempre? ¿A que uno agarra la sartén y agarra a sartenazos? ¿O para qué echarle mentadas o para qué ponernos pesados si aquí vamos a estar uno junto al otro? Tenemos que tener una buena relación constructiva, positiva; el presidente Bush lo sabe y lo sabe bien: que el presidente Fox y los mexicanos no vamos a aceptar más vejaciones, ni más atropellos, ni más violaciones a derechos humanos ni a derechos laborales" (inquilino de Los Pinos dixit).
"Es lógico" que (el gobierno de Estados Unidos) movilice 6 mil tropas de la Guardia Nacional en la frontera con México; es cuestión de paciencia, porque es inminente la aprobación de una reforma migratoria en el Congreso estadunidense; es lógico, hasta cierto punto, si vamos a tener una resolución mediante la cual va a haber una entrada para cruzar esa frontera, una gran puerta de entrada, legal, ordenada, para cientos de miles de personas" (ídem).
"Este tema de la Guardia Nacional no tiene que ver sólo con migrantes. Hay oposición aquí en México que nos lo quiere restregar en la cara, que quiere demeritar lo que estamos a punto de alcanzar y que quiere ver las cosas siempre por el lado negativo y por la parte del vaso vacío, pero es integral el concepto de seguridad en la frontera. Tenemos que atacar a fondo a los polleros, tenemos que atacar a fondo a los violadores y a los narcotraficantes; tenemos que atacar a fondo el tráfico de drogas, tenemos que atacar a fondo el crimen organizado en la frontera" (ibídem). Y de pilón: "reitero que no se trata de militarización; quien lo diga, ignora en realidad cuál es el papel de la Guardia Nacional y extrañaría, me parecería un comentario de carácter político, no es militarización" (el maravilloso vocero de Los Pinos).
El reciente (marzo) "acuerdo" migratorio avalado por el Congreso estadunidense, "sí, sin duda, es un logro de la administración del presidente Fox... difícilmente podemos seguir mucho tiempo sin que ambos países encontremos una mejor manera de administrar este fenómeno migratorio. Entonces, sí, la respuesta es sí sin duda, es un logro del presidente Fox" (subsecretario para América del Norte, Gerónimo Gutiérrez).
Entonces, el resumen de los "logros": de la "enchilada completa", el gobierno foxista pasó a la versión del "Taco Bell" (Luis Ernesto Derbez dixit, 2004) y de allí a los resultados concretos: muro fronterizo, creciente número de cazaindocumentados, 6 mil tropas de la Guardia Nacional en la frontera sur, endurecimiento de las leyes migratorias, sistemática violación de los derechos humanos de los emigrantes, balas de goma (plástico, precisa Derbez) y creciente expulsión de mano de obra, entre tantos otros "logros" del gobierno del "cambio" en materia migratoria.
Las rebanadas del pastel:
Si de herencias malditas se trata, prepárense para el museo del horror: "hay la intención, se está discutiendo la posibilidad de crear, una vez que termine el sexenio, un museo presidencial (de Fox, desde luego), pero ya no con fondos públicos, sino a través de algunos organismos de la sociedad civil..." (museógrafo Rubén Aguilar).