En la clasificación de pilotos se encuentra empatado con 116 puntos con Fernando Alonso

Schumacher gana en China y pone al rojo vivo la recta final de la Fórmula 1

Cuando faltan dos grandes premios por disputarse, el alemán llega en mejor momento que el actual campeón

El cambio de llantas de Ferrari en pista seca fue pieza clave en el triunfo

AFP

Shangai, China, 1º de octubre. El alemán Michael Schumacher, del equipo Ferrari, obtuvo este domingo una de las más brillantes actuaciones de su carrera al ganar en el Gran Premio de China de Fórmula 1 y dejar al rojo vivo la lucha por el campeonato mundial, en el que busca su octava corona.

Schumacher, de 37 años, inició la carrera en la sexta posición, pero superó las dificultades de una pista semi mojada y los problemas que había tenido con los neumáticos, para encaminarse a la victoria en una competencia dramática.

El actual campeón mundial, el español Fernando Alonso, con un Renault, comenzó en la pole position y fue líder del pelotón durante 30 vueltas, pero terminó en segundo escalón del podio debido a problemas con sus neumáticos, poco más de tres segundos detrás de Schumacher.

El compañero de equipo de Alonso, el italiano Giancarlo Fisichella, terminó en tercer lugar, pero -al igual que el español- fue superado en todos los aspectos por la excelencia del desempeño mostrado por el inspirado Schumacher.

Con la victoria del alemán, en la clasificación del campeonato Schumacher y Alonso aparecen empatados con 116 puntos, cuando restan solamente dos carreras para el fin de la temporada, situación de equilibrio en la que pocos creían después del dominio de Renault en la primera mitad del campeonato.

Posiblemente se trate de la más importante victoria de Schumacher este año, ya que aunque empate con Alonso con 116 puntos, el alemán tiene ventaja porque venció siete carreras en la temporada, contra seis del español.

"Es realmente milagroso que estemos nuevamente en el tope si vemos donde estábamos hace pocos meses, pero esto es el resultado del trabajo de todos los integrantes del equipo", dijo Schumacher después de la carrera, exhibiendo una enorme sonrisa.

"Ahora tendremos que ir a las dos últimas carreras y veremos qué ocurre. Yo creo que será necesario esperar por las dos carreras antes que llegue la decisión. Serán dos semanas muy interesantes y estoy muy entusiasmado", agregó el alemán.

A su lado, Alonso no conseguía esconder su profunda frustración, aunque por lo menos tuvo suficiente hidalguía para estrechar la mano de Schumacher, en gesto de felicitación, luego de la carrera.

"Comenzamos bien y tuvimos 15 o 20 vueltas buenas. Entonces decidimos cambiar el neumático delantero izquierdo porque era casi liso (para piso seco). Ellos (Schumacher y Fisichella) mantuvieron sus neumáticos de lluvia y comenzaron a acercarse. Rápidamente la ventaja desapareció", dijo el español.

Cuando Schumacher se acercó "ya estábamos en desventaja y tratamos de encontrar nuestro propio milagro. Después de eso ya fuimos superados y ya era demasiado tarde", dijo.

Pocos minutos antes de la carrera los especialistas de las fabricantes de neumáticos buscaban desesperadamente encontrar una fórmula adecuada a las condiciones climáticas.

En la sesión clasificatoria del sábado, bajo la lluvia, los autos con neumáticos Michelin (como Renault) fueron netamente superiores a los que usaban Bridgestone (como Ferrari), y eso fue determinante en las primeras vueltas de la carrera, cuando el piso aún estaba mojado.

Pero con el pasar de las vueltas el piso se fue secando y el rendimiento de la Ferrari de Schumacher mejoró de modo evidente. El brasileño Felipe Massa, con la otra Ferrari, poco pudo hacer, ya que inició en la última fila, y estaba recuperando posiciones cuando fue atropellado por Scott Speed (Toro Rosso).

Con dos tercios de la carrera ya disputados, cuando ya marchaba segunda posición, Schumacher ingresó a los talleres y colocó neumáticos para piso seco en su Ferrari, y con ello superó a Fisichella. Alonso hizo lo mismo e intentó atacar, pero el alemán mostró toda su categoría para garantizar el triunfo.